La previa del partido que mañana debe enfrentar al Urbia Palma y al Barça Voleibol en la pista blaugrana estuvo ayer marcada por el nombre propio de Damià Seguí. El recientemente fallecido mecenas del CV Palma marcó el despegue y la época más laureada del voleibol mallorquín

"Se lo debemos todo. A nivel nacional quedan pocas personas que lo apuesten todo por el deporte a cambio de nada", confesaba emocionado Marcos Dreyer.

El brasileño, que coincidió con el empresario solleric en calidad de jugador del Son Amar y posteriormente como técnico del Ca'n Ventura, subrayó que "muchos niños no han conocido nunca a Damià Seguí pero, si están jugando hoy al voleibol, indirectamente es gracias a él".

"Damià (Seguí) no ganó nada con el voleibol. La lección que nos deja es que, por encima de los lujos que podía tener una persona con dinero, su pasión era vernos entrenar todas las mañanas", destacó Dreyer.

Renzo Cairús, que fue jugador del Ca'n Ventura de Seguí, reconoció que la noticia de su muerte "fue un jarro de agua fría". El uruguayo recordó que el solleric "parecía duro pero era un trozo de pan, te daba todo lo que tenía y lo que hizo por el voleibol mallorquín es para sacarse el sombrero".