El portero Rubén Miño fue el gran protagonista en el entrenamiento que el Atlético Baleares realizó ayer por la mañana en Son Malferit, una sesión con el objetivo puesto en el partido que el próximo domingo disputará en su campo la plantilla que dirige Manix Mandiola y que le medirá al Castellón en la primera jornada de la segunda vuelta.

Rubén Miño se formó en el Barcelona y después ha militado en el Real Mallorca, Oviedo, AEK Larnaca y Albacete. No juega un partido oficial desde febrero de 2017, cuando se rompió los ligamentos cruzados en su etapa en Chipre.

El guardameta ha conocido a Mandiola y ha trabajado junto al resto del primer equipo. Durante los próximos días, el club valorará su incorporación inmediata.

Y si el portero catalán acaparó los focos en su primer entrenamiento de blanquiazul -estará unos días a prueba-, en Son Malferit destacó la ausencia del guardameta Miquel Amengual.

El mallorquín, con licencia sub-23 en la primera plantilla del Atlético Baleares, se marchó ayer a Madrid para ejercitarse durante unos días con el Las Rozas, líder de la Tercera madrileña. El portero tiene el permiso del club, que valora su cesión hasta junio.

Rovirola

Para el partido ante el Castellón (domingo, 12:00 horas, Son Malferit), Mandiola recupera a Rovirola y Guasp, baja por sanción el pasado domingo ante el Hércules. "Tenemos la misma ilusión del principio, y en casa solo se nos ha escapado un partido. Ya vimos en la ida que el Castellón es un equipo potente, pero queremos que se queden los tres puntos", explicó ayer Rovirola, que añadió: "Conozco a Miño de mi etapa en el Albacete, da seguridad, ha jugado en categorías superiores y puede ser un gran refuerzo".