El portero Rubén Miño estará a prueba en el Atlético Baleares con vistas a su posible incorporación en el mercado de invierno. El exportero del Mallorca está sin equipo desde junio, cuando acabó contrato con el Albacete, y no juega un partido oficial desde febrero de 2017, cuando se rompió los ligamentos cruzados en su etapa en el AEK Larnaca de Chipre.

Si Rubén Miño convence a Manix Mandiola, que ya en agosto quería un cancerbero con experiencia que aportara más competitividad a Klaus y Amengual, el catalán se incorporará a la disciplina del primer equipo. Si ficha como blanquiazul, el mallorquín Amengual (jugador sub-23) será cedido hasta junio. El Atlético Baleares aún dispone de una ficha para futbolistas mayores de 23 años.

Además de un portero, Manix Mandiola está interesado en reforzar la defensa y las bandas. Las dudas que se le plantean a la dirección deportiva es si apuesta por jugadores sub-23 o si se lanza a por futbolistas más experimentados, lo que provocaría tener que dar la baja a alguno de los actuales componentes de la plantilla.

Para potenciar la posición de central el club ha sondeado la posible incorporación del sub-23 ucraniano Ivan Zotko, al que el Elche ya le ha comunicado que se busque equipo, y también ha recibido el ofrecimiento del defensa Dani Pérez (27 años), que busca salir del Murcia ante los problemas económicos del club.

Si Miño no ficha quedaría libre esa plaza para mayores de 23 años. El portero catalán, formado en el Barcelona, llegó al Mallorca en el verano de 2012 procedente del filial azulgrana. Tres años después -uno en Primera, con descenso a Segunda, y luego dos en la división de plata- se fue con la baja en el bolsillo y fichó por el Oviedo de Segunda (una temporada).

Estuvo un año en el AEK Larnaca de Chipre y tras varios meses sin equipo firmó en diciembre de 2017 por el Albacete, que en junio pasado le dio la baja. Desde entonces está sin equipo.