No es un partido decisivo, pero el Atlético Baleares disputa esta mañana uno de esos encuentros que están marcados en rojo en el calendario. Los mallorquines disponen de una gran oportunidad para empezar bien el año ante uno de los 'gallitos' de la categoría y rival directo en la lucha por el play-off de ascenso. El Hércules, que ocupa la tercera plaza y solo tiene un punto más, obligará a elevar el nivel, como ya anunció el técnico Manix Mandiola el viernes, para tener opciones de éxito.

El duelo es muy interesante desde cualquier punto de vista, aunque quizá el que más llama la atención es el que se enfrentan el mejor local de la categoría -ocho victorias y una derrota- y el mejor visitante -cuatro triunfos, tres empates y solo dos tropiezos-. Un choque de trenes que tendrá como escenario Son Malferit, que hoy debe volver a convertirse en un aliado de los blanquiazules para que los tres puntos se queden en la isla.

El Atlético Baleares cortará una de las dos rachas que se cruzarán. Por un lado, las siete victorias consecutivas en su feudo frente a la década que acumula sin ganar el primer partido del año. Mandiola no podrá contar con los sancionados Rovirola y Guasp, por lo que todo apunta a que GuaspVillapalos adelantará su posición para acompañar en el pivote a Fullana, mientras que Expósito ocupará el lateral izquierdo. Por su parte, el Hércules, que comenzó la temporada ganando en sus tres primeros desplazamientos, acumula ahora cuatro salidas consecutivas sin lograr la victoria en partidos en los que, además, ha ofrecido una imagen muy discreta. Planagumà no podrá contar con Diego Benito, sancionado, ni con Jesús Alfaro, reciente fichaje del club alicantino en el mercado invernal, quien debe cumplir dos partidos de suspensión de su anterior etapa en el Real Murcia.

El técnico desplazó a la isla a 18 jugadores, entre los que no se encuentra el delantero Carlos Fernández por decisión técnica. El canterano Pedro Torres, posible relevo de Benito en la medular, es la gran novedad en la citación de una lista en la que figura Pol Roigé, cedido por el Mallorca y que será titular. El técnico alicantino confía en la capacidad de adaptación de su equipo a un rival y a una superficie sintética en la que el Hércules ya demostró esta temporada, ante Ebro y Cornellá, que es capaz de competir. Por eso el Baleares debe estar muy atento en un duelo por todo lo alto.