Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Fútbol / Segunda B

Atlético Baleares: De la agonía a la ilusión

El 2018 del Atlético Baleares deja doce meses de contrastes entre la milagrosa permanencia y la lucha por el playoff

Manix Mandiola celebra en Son Malferit la milagrosa salvación de la pasada temporada. guillem bosch

Objetivamente, los números del Atlético Baleares en el último año natural no parecen nada malos. En 2018, los blanquiazules han disputado 37 encuentros venciendo en dieciséis de ellos, empatando nueve y perdiendo otros doce. El balance goleador también es positivo con 45 dianas a favor y 41 tantos en contra. La proyección numérica de estos registros sería de 57 puntos, en caso de haberse logrado en una misma temporada.

Pero la realidad de la segunda mitad del pasado curso 2017/18 y el presente deben analizarse por separado. En los primeros cinco meses del año, los balearicos cosecharon 26 puntos en los diecinueve partidos disputados de una segunda vuelta en la que tuvieron que salvarse de forma agónica en la última jornada, tras verse a nueve puntos de la salvación directa a falta de diez encuentros para finalizar el campeonato. Solamente la llegada de Manix Mandiola como técnico obró un milagro que tampoco fue un camino de rosas.

El mes de enero coincidió con el inicio de la segunda vuelta y un plan renove en el mercado de invierno. Los delanteros Gerard Oliva y Gerard OlivaÁlvaro Sánchez, además del centrocampista Óscar Rico, abandonaron la plantilla. En su lugar llegaron los delanteros Hugo Díaz y Gustavo Allés junto al extremo Alberto Canario. Horacio Melgarejo, que era el segundo relevo en el banquillo después de Armando de la Morena, solamente pudo cosechar una victoria, frente al Formentera, en los ocho partidos que dirigió al primer equipo del Atlético Baleares.

Llegada de Mandiola

Pero la buena imagen en el derbi, perdiendo 3-2 en Son Moix frente a un Mallorca líder, no fue suficiente y Melgarejo fue despedido en la jornada 24 tras perder en Lleida por la mínima. Entonces el equipo de la Vía de Cintura era decimoctavo a seis puntos del Olot, que marcaba la salvación. El elemento clave para la reacción y resurrección fue la llegada, el 5 de febrero, de Manix Mandiola. A pesar de ello, el primer mes del técnico eibarrés fue un auténtico caos.

Su debut frente al Elche en Son Malferit quedó marcado por el tanto de Nino en el descuento que privaba a los balearicos del triunfo. Dos puntos de doce posibles y la derrota por 3-0 en Badalona dejaban el proyecto de Ingo Volckmann.

Con todo perdido, la cuenta atrás de las últimas diez jornadas fueron un revulsivo en el estado anímico de la plantilla. El milagro de Mandiola empezó a cimentarse por la solidez defensiva. Aulestia logró mantener su portería a cero en los siguientes cinco encuentros consecutivos y los blanquiazules enlazaron catorce de los dieciocho puntos en juego ganando al Deportivo Aragón, empatando sin goles en Peralada y ante la Penya Esportiva en Son Malferit, además de enlazar tres triunfos frente a Hércules, Atlético Saguntino y Ontinyent. Este balance devolvió la fe hasta al más pesimista de los balearicos. En los últimos cuatro encuentros, al Baleares le bastó con ganar los dos de Son Malferit para amarrar la permanencia. La victoria frente al Alcoyano y los dos tropiezos en Llagostera y Cornellà, presentaban a los blanquiazules dependiendo de sí mismos en la última jornada en casa frente al Ebro, que se jugaba la promoción de ascenso. Pero los mallorquines estuvieron a un gran nivel.

Éxtasis

El éxtasis estalló en el feudo balearico tras el tres a uno definitivo, pero se abría un periodo de dos meses donde el binomio Volckmann-Messow debía hacer balance de una temporada que casi manda al traste el proyecto germano. La factura la pagó la confección de una plantilla que vio cómo abandonaban el barco hasta doce efectivos. Entre ellos destacaron dos de los héroes de la permanencia que Mandiola había recuperado para la causa. Aulestia ya tenía apalabrada su salida al El Ejido y Xisco Hernández a la India. El técnico vasco, por su parte, salió reforzado con su renovación y la incorporación de su asistente de confianza Iñigo Arriola.

Ocho caras nuevas llegaron hasta el final del plazo de fichajes de cara a la temporada 2018/19. Destacan, entre todas ellas, las de la faceta ofensiva. El delantero pollencí Marcos de la Espada regresaba del fútbol asiático y el catalán de origen gambiano Nuha Marong recalaba en la isla tras el descenso del Atlético Saguntino. Samuel Shashoua, cedido por el Tottenham, redondeó el flanco izquierdo. La temporada arrancó con un empate en el campo del Castellón, además de un triunfo por la mínima ante el Alcoyano en Palma.

Las primeras turbulencias llegaron en las siguientes tres jornadas perdiendo en Ejea de los Caballeros, ante el Sabadell en Son Malferit y empatando en Peralada. El déjà vu de la pasada temporada empezó a crispar los ánimos e incluso hizo saltar algunas alarmas. La eclosión de Shashoua con sus goles y asistencias a Marcos y Nuha a partir de la sexta jornada en la victoria frente al Conquense, disiparon toda duda. Los balearicos entraron por primera vez en playoff de ascenso en la undécima jornada y no han abandonado esa zona en estas últimas siete jornadas antes del parón navideño.

Solidez en Son Malferit

La solidez como local y capacidad goleadora del equipo fueron claves para el éxito en esta segunda etapa del año natural. El idilio con Son Malferit deja como balance una racha de siete victorias consecutivas en los últimos encuentros. Desde la llegada de Mandiola, el feudo balearico ha sido un fortín que solamente ha vivido una derrota esta temporada frente al Sabadell. En cuanto al potencial ofensivo del equipo, destacar que los blanquiazules marcaron en todos y cada uno de los partidos de las trece primeras jornadas. Fullana ha sido el máximo goleador de 2018 con ocho dianas, cuatro de ellas el pasado curso y otras tantas en el presente, seguido por Díaz (6), Nuha (5), De la Espada y Canario (4) y Shashoua (3).

Sin duda 2019 se presenta como un año para soñar. Las únicas sombras son los tropiezos frente a dos rivales directos como el Villarreal B y Lleida. El 6 de enero se empezará ante el tercer clasificado Hércules en casa. A ver si los Reyes Magos traen refuerzos que ayuden también a arreglar la faceta defensiva. Entre los propósitos de año nuevo estará también poder estrenar el remodelado Estadi Balear.

Compartir el artículo

stats