El Iberojet Palma sancionó ayer a su jugador Fran Guerra, uno de los líderes del conjunto mallorquín, con una multa económica y con una semana fuera de la dinámica del equipo debido a sus dos agresiones, "intolerables", a los jugadores del Melilla Txemi Urtasun y del Granada. El canario se perderá el partido de este viernes, a las 20:00h horas, ante el Real Canoe.

La sanción, que fue tomada siguiendo el régimen interno del club, consiste en una sanción económica que equivale a un porcentaje de su salario mensual. Y además, el jugador también ha sido castigado una semana apartado de la dinámica del equipo. Muy a pesar del club, el jugador no viajará este viernes a Madrid para enfrentarse al Real Canoe. Por tanto, el equipo tendrá que hacer frente a su ausencia como ocurrió en el partido ante el Bilbao Basket, en el que no estuvo con motivo del nacimiento de su hija.

Asimismo, el pívot canario de 26 años tampoco podrá entrenarse en el Palau de Son Moix debido a que las instalaciones municipales están compartidas entre el Palma Futsal. No obstante, Guerra tendrá acceso sin restricciones para poder ir al gimnasio y mantener su forma física de cara a su próximo partido, que será en casa ante el filial del Barcelona.

Según han informado fuentes del club, tanto Guerra como sus representantes han aceptado la sanción sin ningún problema y han reconocido los errores cometidos por parte del jugador, que les ha manifestado ser consciente de que esta actitud sobre el parqué es "impropia" de un jugador de su categoría y que debe cambiar su actitud para seguir creciendo como profesional.

Por este motivo, el club que preside Guillem Boscana confía en que el jugador asiente la cabeza durante esta semana y entienda que debe aprender a controlar su fuerte temperamento para no cometer el mismo error. Asimismo, el club ha negado haber recibido cualquier mensaje de alerta de la Federación Española de Baloncesto (FEB) ni del Comité Arbitral por la conducta en los partidos de Fran Guerra.

Horas bajas

También se ha producido al mismo tiempo que los mallorquines han vuelto a las andadas ensus crisis de falta de concentración en los partidos. Dos antideportivas en dos encuentros que se han traducido en dos derrotas.

La sanción en Melilla conllevó un parcial de 14 a 1 en contra y la de Granada, su segunda falta en cinco minutos de partido que le redujo su minutaje en pista por acumulación de faltas y un vacío en la zona que aprovechó el rival para llevarse la victoria. Esta conducta antideportiva ha acabado con la paciencia del club, que confía en que el castigo produzca en el jugador un efecto reparador.