El Atlético BalearesEl conjunto blanquiazul despide 2018 en casa con una nueva victoria ante el Badalona (1-0), gracias a un tempranero tanto de Rubén González. Los de Manix Mandiola acumulan ocho triunfos en su feudo, siete ya consecutivos, y se consolidan en los puestos de play-off.

Dista mucho este equipo del que desalentó a la afición la pasada temporada. Bajo la batuta del técnico vasco, el Baleares se ha afianzado en la zona noble de la tabla, unos puestos que no abandona desde el pasado 4 de noviembre, en la jornada 11 de competición. Los blanquiazules se gustan. Partido tras partido hilvanan los mimbres de su consolidación. Con su acallado objetivo entre ceja y ceja, abanderados por la humildad, lección que han aprendido tras las últimas campañas, y despojados de la presión, el Baleares se aproxima al parón navideño en su mejor forma, en ocasiones ganando por inercia, pero compitiendo partido tras partido.

Cuando el equipo se adelanta, Son Malferit ya no tiembla pensando en las posibles consecuencias. Su acierto en ataque baila al son de la confianza que muestran en defensa. Los blanquiazules han aprendido de sus errores, un detonante que se ve reflejado en el campo.

No quiso experimentar Mandiola con su once ante el Badalona. El vasco calcó la alineación del pasado fin de semana en Paterna, con Nuha y Marcos De la Espada como referentes en la línea ofensiva. La gran novedad en el banquillo fue la presencia de José Liñán, portero de los juveniles que reemplazó al lesionado Miquel Amengual.

Solo se llevaban 8 minutos cuando el Baleares decidió tomar las riendas del encuentro. Fullana botó una falta al área pequeña del conjunto catalán y Rubén González se adelantó a su marca para peinar el balón e introducirlo al fondo de las mallas. Aupados por el tempranero tanto del central, el conjunto blanquiazul manejó los tiempos del partido y apenas pasó apuros para mantener el resultado.

Tras el descanso las cosas se pusieron más de cara si cabe. En el 50 Chaco fue expulsado rigurosamente por una doble amonestación. Las subidas por banda diestra del conjunto blanquiazul, sorprendentemente no cuajaron en el marcador y el Baleares acabó pidiendo la hora con el corazón en un puño. Esta nueva victoria, la novena de la temporada, aúpa a los balearicos a la tercera posición de la tabla, tras el empate del Hércules ante el Conquense.

Este sábado los de Mandiola visitan al Lleida, actual líder de la categoría. Una victoria sobre el conjunto catalán les colocará por encima de ellos en la tabla y les permitirá cerrar 2018 con un mejor sabor de boca, si cabe.