No es de ahora. Por mucho que Lago sume la respetable cifra de ocho goles, que no está nada mal, Vicente Moreno posiblemente se habría ahorrado el sábado el cabreo que exhibió al final del partido si hubiera contado con un hombre gol, un cazagoles de toda la vida, el que casi nunca falla en el área. El Mallorca tuvo en Gijón pocas ocasiones de gol, pero claras. Y de haberlas transformado a lo mejor ahora no estaríamos hablando con el tremendismo que se está viendo, leyendo y escuchando. Es verdad que el Sporting fue mejor. Primero porque tiene un señor equipo y segundo, y no menos importante, porque jugaba al calor de su afición. Pero de ahí al desastre que nos hizo hacer creer el técnico del Mallorca media un abismo.
Está claro que el Mallorca deberá mejorar sus prestaciones si quiere soñar con meterse entre los seis primeros, o no alejarse de esta ansiada sexta plaza. Competir para estar entre los mejores se está comprobando que no es suficiente. Se compitió, mucho y bien, ante el Málaga, y el resultado fue de derrota. También se hizo en Gijón, aunque menos, y el marcador fue el mismo. Dos derrotas consecutivas en Segunda supone todo un lastre del que cuesta recuperarse. Por eso se hace tan necesario la presencia de un hombre gol. A priori el Mallorca tiene, o tenía, tres. Álex López es aprovechable para muchas facetas del juego, pero no como el delantero que finalice las jugadas; Abdón, que de titular ha pasado a jugar minutos residuales, tampoco es un 'killer' del área; y Castro no ha jugado ni en su vuelta a su casa, en una nueva muestra de que Moreno poco menos que ha perdido toda esperanza en recuperarle para la causa. El Mallorca necesita un '9' y lo busca en este mercado de invierno para intentar lo que a principio de temporada parecía una utopía: luchar por el ascenso. Otra cosa es que lo consiga, el '9' y el ascenso.
El mal ejemplo de Isco. El jugador malagueño del Real Madrid está cabreado porque Solari no cuenta con él. Hasta aquí normal, y hasta lógico porque de no estarlo demostraría falta de ambición, algo imperdonable en un deportista. Pero que este enfado se exprese con malas formas y peor educación es algo inadmisible en un integrante de un club que presume de señorío. Isco se negó ante el CSKA de Moscú a lucir el brazalete de capitán, que pasó a Carvajal. Un desprecio mayúsculo al club que le paga, y muy bien, por cierto. Y ante la prensa muestra su lado más chulesco al negarse a responder hasta a las preguntas estrictamente futbolísticas. Un deportista lo ha de ser en el campo y fuera de él. Isco no lo es ni en un caso ni en otro.
Son Malferit es un fortín. Sin hacer ruido, el Atlético Baleares ocupa la tercera plaza, a solo dos puntos del líder Lleida. El equipo ofreció ayer ante el Badalona otro ejercicio de eficacia y solvencia. Un gol, tres puntos. El juego no emociona, pero eso es lo de menos ahora, y más en Segunda B, donde lo importante son las victorias.
Varapalo al Palma Futsal. El final de la primera vuelta del Palma Futsal ha sido nefasto en cuanto a resultados. El último, una derrota de las que duelen, 5-1 ante el Cartagena, que ha relegado al equipo de Vadillo a la cuarta plaza, lo mínimo que se le puede exigir a un equipo pensado para plantar cara a los grandes.
Nadal&Olazabal. De nuevo éxito rotundo del torneo benéfico de golf que lideran el tenista y el golfista, este año por los damnificados de la riada del Llevant. ¡Chapeau!
