Diario de Mallorca

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MINUTO 91

Como decía Valdano...

...Perder así está permitido. No se le puede pedir más al Mallorca, todo pundonor ante un Málaga que fue el sábado el rey de la efectividad.

Raíllo lamenta una clara ocasión desperdiciada, el sábado frente al Málaga. Guillem Bosch

El partido del sábado en Son Moix, el mejor del año y posiblemente del último lustro en el estadio mallorquinista, ha abierto el debate de si perder de esta manera, jugando bien, creando ocasiones y dándolo todo sobre el terreno de juego, le deja a uno satisfecho; o, por el contrario, aquí lo que cuenta son los puntos y todo lo demás son excusas de mal pagador. Pues no. Como decía, y dice, Jorge Valdano, perder así está permitido. Claro que sí. Muchos de los espectadores que presenciaron el partido en el estadio salieron del mismo como si hubieran ganado, orgullosos de su equipo y de la entrega de todos y cada uno de sus jugadores. El resultado en forma de derrota fue una lástima, por no emplear otro término, pero al final del partido se hablaba más del gran trabajo del equipo de Moreno que del gol mal anulado a Raíllo a los siete minutos.

Por primera vez en muchos años empieza a haber una comunión -que se empezó a fraguar la temporada pasada- entre el equipo y la afición, escasa todavía en lo que parece un mal endémico, pero fiel como pocas. La reacción de los aficionados cuando Abdón lanzó el balón a la grada fue excepcional por atípica. Todo el estadio puesto en pie gritando ¡¡¡Mallorca, Mallorca!!! Y cuando a continuación el (mal) árbitro señaló el final del partido, los jugadores fueron despedidos con una ovación que puso los pelos de punta. Era el premio a un generoso esfuerzo de unos futbolistas por encima de todo honestos, que perdieron el partido, sí, pero se ganaron a la afición de forma definitiva.

River-Boca. Que la final de la Copa Libertadores entre los dos colosos del fútbol argentino se haya tenido que disputar en Europa dice muy poco del país que ha alumbrado a Di Stéfano, Maradona y Messi. Las aficiones más radicales de River y Boca, las Barras Bravas, hinchas violentos que en muchos casos mandan más que los dirigentes, han reventado un espectáculo que se han quedado sin presenciar en directo los aficionados más fieles de ambas escuadras, la mayoría, sobre todo los de Boca, humildes y que ni en sueños se podían pagar un viaje a Madrid para ser testigos en directo de la finalísima de ayer en el Bernabéu. Si esta final -conocida ya como la más larga de la historia- sirve para remover conciencias y como lección de lo que no se puede volver a repetir, habrá valido la pena. Pero me da que el tema es mucho más profundo y que trasciende al mundo del fútbol.

Otra vez Messi. El '10' azulgrana volvió a demostrar el sábado en el derbi barcelonés que lo del Balón de Oro es una auténtica farsa. Nadie discute la calidad de Modric, un futbolista 'top', un indiscutible líder en el terreno de juego y que ha realizado una temporada impresionante con el título europeo de clubes y el subcampeonato del mundo. Pero el mejor jugador del mundo, de la historia, es Leo Messi, autor de dos obras de arte ante el Espanyol. No hay debate.

Otra derrota cruel. Si la del Mallorca fue una tropiezo doloroso, por la forma en que llegó y ante un rival claramente inferior, no menos lo fue el del Palma Futsal el miércoles ante ElPozo Murcia. Ganaba 2-0 y acabó perdiendo 2-3 con un gol encajado en el último minuto el día en que el Palau Municipal de Son Moix volvió a registrar un lleno absoluto.

El derbi más pasional. El ConectaBalear Manacor y el Urbia Palma disputaron el sábado el primer derbi mallorquín de la historia en la máxima categoría del voleibol. Fue un partido pasional, intenso, emocionante, que se lo llevó el favorito ante un rival modesto pero entusiasta como ningún otro.

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