El caballo mallorquín Bon Jim ha murió ayer sobre la pista del Hipòdrom Son Pardo. Su fallecimiento fulminante coincidió con la disputa de la segunda carrera de la reunión Premium organizada por la Federació Balear de Trot. En principio se diagnosticó que el equino conducido por Carlos Cruellas había sucumbido víctima de una fallo cardiovascular.

El conductor del malogrado animal no sufrió daño alguno y descendió del sulky de Bon Jim incluso antes de que se desplomase. Los responsable de la organización de las carreras han extrajeron muestras de sangre del cadáver de Bon Jim para someterlas a un control antidopaje.

El representante de la Peña JAT se desplomó sobre el piso de la pista interior de la curva sur del circuito de Son Pardo mientras sus rivales recorrían los últimos 1.000 metros de una prueba de 2.650 metros de distancia.

El caballo de siete años Bon Jim (4) durante una de sus carreras disputadas con Damià Oliver. COLAU

En una carrera lanzada a un alto ritmo en cabeza de pelotón por Eros SAS, Bon Jim empezó a descolgarse progresivamente a unos 1.600 metros de meta. Tras superar la línea de meta, ya visiblemente agotado y todavía con un kilómetro de competición por delante, el hijo de Incisif Gedé entró en la pista interior al paso y unos 60 metros después se desplomó.

En el vídeo de la carrera grabado por la cámara oficial del Hipòdrom Son Pardo se puede apreciar perfectamente como Bon Jim se desculega progresivamente del pelotón tras haberse superado los primeros 1.000 metros de la prueba y todavía con unos 1.600 por recorrer por delante.

Sin que sea habitual, no es la primera vez que un caballo fallece de forma repentina en el Hipòdrom Son Pardo durante la disputa de una carrera o mientras era sometido a una sesión de entrenamiento.