Acorde a los tiempos que corremos podemos decir sin ningún miedo a equivocarnos que el fútbol en España ha dejado ser cosa de hombres. Nuestros equipos femeninos son motivo de orgullo en el contexto internacional, con unos éxitos a nivel de selección que empiezan a igualar a los de la otra Roja, que este año ha tenido un penoso campeonato en Rusia y ha fracasado en la Uefa Nations League. Un campeonato mundial en la categoría sub 17 y un segundo puesto en el Mundial sub 20 dejan bien a las claras que estamos ante un futuro esplendoroso para las futbolistas españolas que conforman la Selección.
Tamañas hazañas tienen además para Mallorca una significación especial por el protagonismo de jugadoras nacidas en las islas como Cata Coll, que desde su puesto en la portería de ambos combinados es gran parte responsable de estos destacados triunfos. Sus paradas han sido claves para los éxitos de esta 'rojita', como lo fueron los goles de Patricia Guijarro en el Mundial sub 20 en el que se ganó la distinción de mejor jugadora del campeonato. Dos cracks del fútbol en lo deportivo, que por desgracia en lo económico no está el balompié femenino a la altura del campeonato masculino, aunque iniciativas como la Liga Iberdrola están removiendo muros.
Fútbol masculino en la buena onda
Si a las futbolistas femeninas les ha ido bien este fin de semana, qué decir de los dos equipos mallorquines en las dos categorías más importantes, que han conseguido dos triunfos que los sitúan en una posición en las clasificaciones que invitan al optimismo.
Para empezar, el triunfo del Real Mallorca el sábado ante el Reus, segundo consecutivo y que supone además encadenar una racha de siete encuentros sin perder y que le mantiene en plaza de play off de ascenso. Lo meritorio además, pese a la endeblez y la situación crítica del rival, es que la victoria se produjo con un equipo que experimentaba un centro del campo inédito en el que no figuraban dos de sus principales sostenes esta temporada, Salva Sevilla y Pedraza. Los de Moreno se fueron a por el partido y nunca le perdieron la cara. El encuentro debe servir además para recuperar para la causa a un futbolista como Valcarce, que con su gol puede haber recuperado su confianza como futbolista y evitar así la puerta de salida en enero.
En el otro lado de la ciudad, las cosas van incluso mejor. El Atlético Baleares ha hecho de Son Malferit un fortín y, tras superar ayer al filial del Levante, se ha afianzado en la zona de play off de ascenso, con una ventaja sobre el quinto clasificado de seis puntos que no deja de ser importante a estas alturas. Los de Mandiola han demostrado tener gran confianza en su juego y de seguir así les está permitido soñar.
