El sueño deportivo de Aina Prats se ha roto en mil pedazos por esta temporada. La pivot del equipo cadete del Viubasquet de Bunyola, de 15 años, fue intervenida quirúrgicamente el pasado lunes del ligamento cruzado anterior de la pierna derecha. Se perderá con toda seguridad el Campeonato de Mallorca y de Balears.

La lesión no se la produjo en un partido, ni por un encontronazo, ni por un mal movimiento, como sería lo normal. Llegó de la manera más tonta, el pasado 29 de octubre en un patinazo en el pabellón de Bunyola durante un entrenamiento con el equipo junior del Viubasquet por culpa de una gotera, una maldita gotera que no es nueva.

"No lo veo un accidente, sino un defecto de la instalación. Hay una responsabilidad institucional clara", afirma Josep Prats, el padre de la jugadora afectada. "El pabellón es cubierto, otra cosa sería si mi hija se hubiera lesionado en una pista al aire libre", añade el progenitor de Aina, que ayer recibió la visita de sus compañeras de equipo.

Prats, que advierte de los constantes "problemas de permeabilización" del pabellón, recuerda que el club "ya ha avisado varias veces al Ajuntament" del problema. "El domingo, en el partido Viubasquet-Pollença y, afortunadamente, esta vez no se hizo nada. Es una ruleta rusa", se queja. Y añade: "Me cuentan que mientras las jugadoras estaban en un lado de la pista, en la otra había un empleado con una toalla secando en el lugar de la gotera. Los últimos cinco minutos se jugaron a cronómetro corrido", explica entre indignado y resignado.

El padre de Aina tiene claro que luchará para defenderse de lo que considera una negligencia del Ajuntament. "Lo cierto es que la gotera sigue allí. Es verdad que las filtraciones de agua son difíciles de encontrar, pero las niñas no tienen porqué asumir riesgos", comenta. "Me dijeron que el seguro deportivo de la Federación caduca en siete días. Pediré a la Balear que en el acta de los árbitros quede constancia de la existencia de la gotera. He enviado una instancia al Ajuntament en la que consta que el club realizó un informe de la factura de las muletas y de otros gastos que ha generado este contratiempo, para que se hagan cargo", apunta Prats, que se niega a emplear la palabra "denuncia". Este informe ya está sobre la mesa del abogado del Ajuntament de Bunyola, según le ha reconocido a Prats el regidor d'Esports.

¿Y qué dicen los padres de las otras integrantes del equipo? "Lógicamente están preocupados porque lo que le ha pasado a mi hija le puede pasar a las suyas", responde Prats, bombero de profesión. "Me dicen que no entienden cómo no he denunciado antes", sentencia.

Aina, que estudia Cuarto de ESO, y pese al disgusto por la lesión que le apartará de las pistas hasta el curso que viene, tiene claro que irá a Asturias de viaje de estudios. "Irá, pero ya no podrá participar de las actividades que tienen previstas", lamenta su padre, que por encima de cualquier cosa desea que su hija se recupere "de la mejor forma posible".