La final de la Copa Libertadores que debía definirse este sábado ha sido aplazada para el domingo a las 17.00 horas (20.00 GMT), anunció el presidente de la Conmebol, el paraguayo Alejandro Domínguez.

"Un equipo no puede jugar y el otro no quiere ganar en estas condiciones", explicó Domínguez a periodistas.

El partido, cuya hora de comienzo se varió dos veces, se jugará el domingo a las 17.00 hora local.

Aficionados de River Plate apedrearon este sábado el bus que trasladaba a los futbolistas de Boca Juniors para jugar la final de la Copa Libertadores en Buenos Aires, por lo que, la Conmebol decidió demorar el inicio del en dos horas y 15 minutos (23.15 hora peninsular).

"A efectos de cumplir con el cronograma de la final, el partido empezará a las 19:15 horas", dijo la Conmebol, organizadora de la competición, en su cuenta oficial de Twitter. El partido estaba previsto para las 17 horas en Argentina.

Médicos de la Conmebol se encuentran revisando a algunos futbolistas de Boca que resultaron heridos por la rotura de los cristales y por los gases que lanzó la policía para intentar contener los incidentes.

Imágenes de televisión mostraron a dos jugadores de Boca saliendo del vestuario para ser atendidos, y algunos medios locales dijeron que los futbolistas fueron trasladados a centros médicos para que se les realicen controles.

"La posición de Boca es no jugar. Tenemos dos jugadores heridos", dijo a Fox Sports Darío Richarte, vicepresidente del club "xeneize" antes de que se decidiese el retraso del encuentro.

Este escándalo se da apenas días antes de que líderes de las naciones industrializadas que integran el G20, incluidos Donald Trump y Vladimir Putin, se reúnan en Buenos Aires a apenas unas cuadras de donde se registraron los incidentes.

La final entre River y Boca es la primera entre dos clásicos rivales y entre los dos clubes más populares de un país en más de seis décadas de la Libertadores, por lo que concentró la atención mundial.