Atleta con récords, directivo, organizador, promotor... Es difícil explicar la dimensión de Mateo Cañellas dentro del deporte balear, aunque destaca sobre todo su historial como juez de atletismo. Ha intervenido en 21 competiciones internacionales, incluyendo los Juegos Olímpicos de Barcelona (1992), el Mundial de Sevilla (1999) o el Campeonato de Europa de Barcelona (2010). El sábado recibe la máxima distinción del Comité Nacional de Jueces de la Federación Española (RFEA), la Placa Juan Sastre.

P ¿Por qué decidió ser juez?

R Antes había pocos jueces, éramos los pioneros y muchas veces teníamos que coger el crono y tomar los tiempos. En el año 1970, con 22 años, me saqué el título de juez provincial y alternaba las tareas de juez y competía. En 1976 me lesioné y no podía correr, por lo que me dediqué a ser juez plenamente.

P En la primera Federación Balear (1964), presidida por Juan Taix, el primer presidente del Colegio de Jueces y Cronometradores fue el capitán Luis Dezcallar; luego Juan Dols y después hasta Pep Sanchis no hubo un auténtico colegio de jueces estructurado. Y con usted como secretario. ¿Que pasó?, porque acaba siendo presidente de la Balear tir de fona...

R Hubo discrepancias y Pep Sanchis dimitió. Nos encontramos en el Monastir de la Real con Biel Frontera, que era el hombre que promocionaba el tir de fona y hablamos. Como tenían un reglamento muy primario nos pidió que colaborásemos con él. Y de aquí surgió un nuevo reglamento y la fundación de la Federació de Tir de Fona, de la cual fui su primer presidente. Alternaba la presidencia con ser juez de atletismo.

P ¿Cómo se ha desarrollado su carrera como juez?

R En 1987 aprobé el curso de juez nacional en Zaragoza, pero no actué en la Península porque a nivel nacional querían economizar. Aquí actué más bien en acontecimientos de tipo nacional como el Rafael Coll o el Maratón Internacional de Calvià. En 1989 aprobé el curso de juez árbitro en Logroño y fue cuando se me abrieron las puertas a las grandes competiciones nacionales e internacionales.

P ¿ Es difícil ser juez a este nivel?

Es un deporte complejo porque hay carreras, lanzamientos, vallas, saltos, pruebas combinadas y ahora se han añadido las carreras de montaña. Un examen de juez-árbitro es como hacer unas oposiciones.

P ¿Cuándo empezó a acudir a pruebas importantes?

Fue en 1991, cuando nos querían preparar para las Olimpiadas de Barcelona. La primera fue en Sevilla y estaba hecho un flan. Gaspar de Gregorio, que era nuestro presidente regional, me envió un telegrama de ánimo que llegó una hora antes de la competición y me quitó los nervios. Arbitré en la final del Gran Prix de la IAFF, en Barcelona. Fui juez-árbitro de un España-Inglaterra de pruebas combinadas y de la Copa de Europa de Naciones en Murcia.

P ¿Qué recuerdos tiene de los Juegos de Barcelona 92?

Como a todos, me hubiera gustado ir como atleta. Para mí fue una experiencia que solo pasa una vez en la vida. Disfrutas y trabajas, es un recuerdo inolvidable. Allí fui jefe de la cámara de llamadas; mi trabajo consistía en tener a los atletas preparados para salir a competir. Es complejo y estresante, hay que ir al minuto porque si algo falla la competición se retrasa, ya que antes hay que mirar las zapatillas, si las camisetas llevan la publicidad bien y cosas como estas.

P ¿ Lo mejor?

El contacto que tuve con dos grandes campeones como fueron Carl Lewis y Mike Powel (actual recordman del mundo). El primero es un líder dentro y fuera de la competición, que me ayudó a juntar los 60 atletas que competían en longitud; hay que tener en cuenta que en la cámara de llamadas había unos 300 atletas. En cuanto a Powel, tengo que decir que todo el mundo había salido y él se quedó sentado y parecía que no se podía mover. Me acerqué a él, le animé y con la mirada me lo agradeció; se puso en pie y salió.

P E n 1999 le tocó en casa, en la Universiada.

Sí, estuve en Palma y después fui juez-árbitro en el Campeonato del Mundo de pista cubierta de pruebas combinadas en Valencia y en la Copa de Europa de Clubes en Zaragoza, prueba al aire libre . Recuerdo el Mundial junior y absoluto, celebrado en Barcelona.

P La lista de recuerdos de ser interminable.

Sí, evidentemente. También como juez-árbitro arbitré el maratón preolímpico de Barcelona, ensayo de la maratón olímpica que se celebró con salida de Mataró y llegada en Barcelona. Juez árbitro del maratón de Valencia, los 15 kilómetros nocturnos de Valencia, Ligas nacionales y maratón de Ibiza.

En 2009 acudió con la selección española a Europeo sub-23 de Lituania.

Estuve como juez asesor del jefe de expedición. Más bien para ayudar y redactar posibles reclamaciones.

Con 70 años recién cumplidos, sigue en la pista.

El pasado invierno actué en el Campeonato del Mundo master en pista cubierta de Madrid, en Sabadell en Valencia.

¿ Cómo es el nivel de los jueces de Balears actualmente?

Creo que es uno de los mejores de España. Está claro que somos pequeños en volumen, pero estamos a primer nivel. Antes estaba yo solo como juez-árbitro y ahora tenemos a Joan Pere Morro, Luis Azpiroz Fermín y Pau Verd. Además, también hay jueces nacionales, lo que indica buen nivel técnico.