Santos Márquez González, el conocido representante de futbolistas, que intervino en el fichaje por el Oporto del portero internacional Iker Casillas, será finalmente juzgado en la Audiencia de Palma el próximo mes de mayo. Está acusado de un delito de administración desleal, a raíz de la denuncia de su antiguo socio, por el que se enfrenta a una condena de cuatro años de prisión. El acusado acudió ayer a la Audiencia de Palma en una vista previa, ante la posibilidad de que pudiera alcanzar un acuerdo, tanto con la fiscalía, como con la acusación particular. Sin embargo, el intermediario de futbolistas mantiene que es inocente, no acepta ningún delito y está dispuesto a acudir a juicio para defenderse.

Se le acusa de haber engañado a un socio, precisamente, mediante el fichaje del exportero del Real Madrid. Santos Márquez formaba parte de una empresa, junto a otros socios, en la que tenía la obligación de destinar a esta sociedad los ingresos que obtenía de comisión por el traspaso de jugadores de fútbol. Esta empresa funcionó desde el año 2008. Cuatro años mas tarde vendió las acciones de la empresa Mallorca Viva. Sin embargo, su socio dice que el contrato que tenían no se rescindió porque el acusado no cumplió las condiciones acordadas. En el año 2015 los ingresos que obtuvo por el traspaso de Casillas, que ascendían a 256.500 euros, los ingresó en otra sociedad. Sus socios le reclaman el dinero.