Cuando Joan Toni Riera está en forma, y en racha, es casi imbatible en los hipódromos mallorquines. Especialmente cuando compite en el de Manacor. El escenario en el que a lo largo de la Diada de Tardor se exhibió y cosechó ayer cuatro trabajadas victorias.

Un póquer en el que destacan los triunfos que firmó en las dos pruebas especiales de la jornada. Caso del ´Premi Diluvi´, en el que venció a las riendas del caballo mallorquín Vitorino Mar, y en el ´Premi Ecu d'Or D´, en el que triunfó con una medida dirección sobre el francés Uno la Chesnaie.

Anteriormente, en la sesión matinal, el popular Es Boveret, bicampeón europeo de conductores profesionales y con más de 3.000 victorias en su palmarés, ganó con los nacionales Ebek Hanover y Estrella de Font.

Destaca que tres de las cuatro victorias cosechadas por Joan Toni Riera se las apuntó a las riendas de representantes de la Peña Bonanza y del entrenamiento de Miquel Andreu en Cala Millor, como es el caso de Vitorino Mar, Uno la Chesnaie y Estrella de Font.

Con sus cuatro victorias de ayer en Manacor Joan Toni Riera suma ahora un total de 52 triunfos en el 2018 y amplía su ventaja al frente del ránking de la estadística general del trote balear del año.

Antes de apuntarse con Vitorino Mar la victoria y el mejor crono de la jornada de carreras, con una marca de 1:16´6, en la segunda gran prueba especial de la Diada de Manacor, el 'Premi Ecu d'Or D', Joan Toni Riera cosechó su tercera victoria del sábado. Coincidió con su primera dirección sobre el clásico francés Uno la Chesnaie, que venía de ser víctima de auténticos desastres tácticos en sus seis anteriores actuaciones.

En esta ocasión, Es Boveret midió perfectamente los esfuerzos del representante de la Peña Bonanza, al que solo exigió al máximo a lo largo de la recta de meta de una carrera que siempre animó en punta el rápido Valentino. En el desenlace de la prueba los jueces de carrera decidieron aplicar un distanciamiento parcial sobre Thé de Chine, dirigido por Guillermo Horrach, retrasándolo de la segunda a la cuarta plaza, por entender que molestó y perjudicó a un rival con un cambio de línea en el tramo final.