El Atlético Baleares se quedó sin premio a su esfuerzo. Los mallorquines se dejaron remontar ante un Villarreal B que demostró por qué es uno de los gallitos de la categoría en un encuentro en el que Samuel, con dos buenos goles, marcaron las diferencias (2-1). Todo un mazazo para los de Manix Mandiola, que causaron una buena impresión, pero que bajaron el nivel en la segunda parte, justo cuando los locales aprovecharon para sentenciar.

Los blanquiazules, que llevaban cinco encuentros invictos -con tres victorias-, pierden una gran ocasión para meterse en puestos de play-off de ascenso. Sin embargo, no hay motivos para la alarma. Ni mucho menos, porque demostraron un buen nivel, pero la pegada de los castellonenses fue decisiva.

Y eso que el encuentro no pudo empezar mejor. Una fabulosa acción de juego combinativo adelantó a los balearicos. Samuel Shashoa, como casi siempre, protagonizó una gran internada por la banda izquierda y, tras una buena pared con Canario, batió al meta Joan. Este tanto, en el minuto 8, fue toda una declaración de intenciones. La pena es que la alegría no duró demasiado porque el Villarreal B, que hizo mucho daño en la banda defendida por Expósito, logró el empate seis minutos después. Una internada de Villa, tras recortar a varios rivales, sirvió para que Samu, con mucho talento, batiera a Carl.

El Atlético Baleares no bajó los brazos, aunque la posesión del balón era para los de Miguel Álvarez. Un tiro alto de Fullana en un lanzamiento de falta avisó a los amarillos, que con Quinti y el propio Samuel, dispusieron de algunas ocasiones.

En la segunda mitad la dinámica no cambió demasiado, pero los locales dieron un paso más hacia adelante y eso fue demasiado para los blanquiazules. Samu, un auténtico dolor de cabeza para la zaga, ya tuvo una buena oportunidad, pero su disparo se fue fuera por poco. Eso sí, Marcos Jiménez de la Espada tuvo en sus botas el 1-2. Tras una sensacional acción de Biel Guasp por la izquierda, el lateral sirve al ariete, que realiza un buen control orientado en el corazón del área y su disparo, a la media vuelta, se fue fuera por poco. Y el castigo llegó cuando apenas quedaban trece minutos para el final. Samu se plantó ante Carl en un jugada que ha desarbolado la zaga y le batió por bajo. Un jarro de agua fría para un Atlético Baleares que estaba resistiendo y que tenía otro aire con Nuha y Kike sobre el césped. El 2-1 fue un golpe demasiado fuerte y, de hecho, el Villarreal B pudo ampliar su diferencia.