El Atlético Baleares aprende de los errores a trompicones, sin el descaro que se le exige a un equipo de su nivel. Los blanquiazules sumaron ayer su segunda victoria de la temporada ante el Conquense (2-1), pero lo hicieron como siempre, pasándolo mal sin necesidad. Los de Manix Mandiola solo respiraron tranquilos cuando el árbitro pitó el final del encuentro. Pese a la victoria ante el conjunto manchego, todavía hay demasiados peros que resolver.

El conjunto blanquiazul siguió el patrón de los últimos partidos. Se adelantó en el marcador gracias a los goles de Samuel y Marcos, pero volvió a excederse en confianza. Son Malferit acabó pidiendo la hora y Mandiola un nuevo corazón. Mantener la ventaja en el marcador sigue siendo la asignatura pendiente de los blanquiazules que, pese a todo, ayer se impusieron ante un rival inédito y rompen con la racha de tres partidos consecutivos sin sumar los tres puntos.

El técnico vasco vuelve a dormir tranquilo y silencia, por el momento, los rumores que acechan a su futuro. Lo hace con una victoria tan trabajada como necesitada, un triunfo que otorga algo de crédito a su proyecto y mucha confianza al vestuario.

Manix apostó por una serie de cambios con respecto al empate en Peralada. Por primera vez esta temporada, alineó de inicio a dos delanteros, Marcos y Nuha. Carl en portería, defensa con la novedad de Kike López en el lateral derecho, Vallori, Vega y Rubén. Centro del campo para Canario y Samuel, con el doble pivote para Villapalos y Fullana. En punta, los citados Nuha y Marcos.

El encuentro no pudo empezar de mejor manera para los locales. Corría el primer cuarto de hora cuando Samuel Shashoua se erigió en protagonista al finalizar una gran contra de Nuha. El delantero de Gambia recibió el esférico en el centro del campo. Entre ambos futbolistas fabricaron una contra para poner el 1 a 0 en el luminoso.

Son Malferit estalló con la victoria momentánea de su equipo y vibró con el incesante despliegue de juego de su nueva estrella, el británico Samuel. El jugador cedido por el Tottenham firmó su mejor encuentro como blanquiazul y suyas fueron las mejores ocasiones.

Tras el primer gol, el Baleares bajó la intensidad, se metió en su campo, le brindó todo el protagonismo al rival y volvió a pasarlo mal, pese a ello, no erró en defensa y consiguió llevar ese resultado al descanso.

La segunda parte empezó con dominio blanquiazul. En el 70, Marcos de la Espada pareció sentenciar el encuentro con una espléndida vaselina a pase, nuevamente, de Nuha. Todo estaba a favor de los blanquiazules que solo debían aguantar sobre el césped de Son Malferit durante 20 minutos.

Pero en el 78 los nervios volvieron a hacer acto de presencia. Jairo recortó distancias para el Conquense que, motivado por el tanto, se lanzó contra la portería defendida por Klaus. Finalmente el conjunto blanquiazul consiguió mantener el luminoso y llevarse su segunda victoria de la temporada. Merecida y trabajada.