"Los puntos valen igual en casa que fuera, pero jugamos ante nuestra afición y nos conviene darle una alegría, creer en nosotros mismos y volver a la senda del triunfo", explicó ayer Manix Mandiola, técnico del Atlético Baleares, tras el entrenamiento matinal. El equipo se enfrenta mañana domingo (12:00 horas, Son Malferit) al Conquense.

"No es fácil; aunque sepas el diagnóstico de dónde está la fuga esto no hace que se subsane rápido. Sabemos lo que tenemos que mejorar, pero no dónde está la pócima que nos traiga de la noche a la mañana resultados", explicó el entrenador vasco sobre las últimas derrotas y la forma de revertir la situación.

"Siempre hemos estado cerca de ganar, pero los resultados dicen que tenemos que mejorar", afirmó el técnico, que añadió: "En defensa este equipo ha sido sólido, tenemos piezas del mismo nivel que el año anterior, tenemos que ajustarlas bien porque en partido se penaliza más que en pretemporada y no hemos sabido administrar las ventajas. En ataque creamos más que la temporada pasada, ofensivamente somos mejores".

"Hemos estado a punto de ganar todos los partidos, incluso en Castellón; contra el Sabadell perdimos justamente porque ellos hicieron bien su trabajo, pero tuvimos con el empate una ocasión muy clara para ganar", recordó Mandiola, que descartó la convocatoria del canario Adrián Hernández: "Si fuera el último partido de Liga y tuviéramos bajas podría convocarle, porque tiene el alta y está entrenando bien, pero le falta ritmo, si no hay debacle de gripe masiva no irá convocado". "El resto están todos", aseveró el técnico, y agregó: "No todo el mundo se adapta rápido, a Yelko le cuesta más que a Samuel, no se ha mostrado todavía en su mejor versión, pero en el momento que lo dé, porque su historial de clubes dice que tiene mucho, lo utilizaremos".

Sobre el rival de mañana domingo, Mandiola indicó que "el Conquense es un rival motivado, está en una nueva categoría para ellos y la dificultad será la misma. No hay rival fácil".