La selección femenina española derrotó a la de Puerto Rico (78-53) en un partido que parecía fácil y que se complicó de forma innecesaria por la falta inicial de concentración de las españolas. Con esta victoria, el equipo tiene mucho más cerca la primera plaza del grupo pues tras la victoria de Japón sobre Bélgica (77-75) le valdría con una derrota hasta por siete puntos para concluir como líder del grupo y ahorrarse los cruces de octavos de final.

La mallorquina Alba Torrens se mantuvo en un segundo plano en la aportación al equipo, con escasas intervenciones durante muchos minutos y finalizando con la anotación de seis puntos.

De inicio, el equipo español se dejó una maleta en la concentración del hotel, la que contenía la defensa, la intensidad y el acierto en tiro y el resultado fue que sólo consiguió dos canastas en todo el primer cuarto, 8-15, con diez lanzamientos de dos y 8 de tres sin ningún resultado positivo.

Tras corregirse en el segundo cuarto y llegar al descanso con un punto de ventaja, España no volvió a pasar apuros en el marcador e incluso en algunas jugadas, tanto ofensiva como defensivamente, pero demostrando que si no juega a tope es muy vulnerable.