El británico Simon Yates (Mitchelton) dio un paso decisivo para lograr el maillot rojo de la Vuelta tras aventajar en más de un minuto al murciano Alejandro Valverde en la cima de La Rabassa (Andorra), punto más alto de la carrera, donde se impuso el francés Thibaut Pinot, ganador en Lagos de Covadonga. Fue además, una jornada de decepción para el mallorquín Enric MasEnric Mas, que tampoco pudo responder l ataque del líder y que incluso se cayó del podio. El de Artà tiene hoy su última oportunidad para recuperar una plaza entre los tres mejores y ya prometió ayer que dará guerra.

Victoria por todo lo alto de Pinot, el único que aguantó a Yates cuando el británico atacó a diez kilómetros de meta dejando clavados a todos sus rivales. El galo se aprovechó del esfuerzo del líder, despegó cerca de meta y levantó los brazos como vencedor de la decimonovena etapa "unipuerto" que salió de Lleida y finalizó en el Coll de La Rabassa (Andorra) de 154,4 kilómetros.

Gloria para Pinot con la quinta victoria francesa, paso de gigante para Yates, autor de una exhibición poco común en un líder, ya firme candidato para cerrar el círculo de británicos ganadores de las tres grandes: Froome se llevó el Giro, Thomas el Tour y Yates acaricia la Vuelta.

Todo gracias a un ataque en seco a diez kilómetros de meta. Nadie le siguió excepto Pinot y el holandés Kruijswijk. Clavó a Valverde, al mallorquín Enric Mas, a Quintana... y se fue lanzado, sin mirar atrás, directo a un golpe mortal de necesidad para sus rivales. Sin planificar, fiel a su estilo, le endosó 14 segundos a Kruijswijk -ahora tercero de la general-, 53 a Enric Mas, que hasta se quedó fuera del podio, 'Supermán' López y Urán; y 1:13 a Valverde.

Una etapa rápida, previsible, sin escapadas consistentes y controlada por el Movistar hasta que Yates le destrozó el plan al equipo español. A pie del único puerto de la jornada el grupo entró a la gresca final. El Coll de La Rabassa (1ª), el punto más alto de esta Vuelta a España con sus 2.025 metros de altitud, fue el escenario de la exhibición del británico.

El Movistar entró marcando el ritmo con Anacona con 17 kilómetros a meta. Cuando reventó el colombiano le relevó su paisano Nairo Quintana, quien se llevó a Kruijwijk y Bennett. A ellos se unió Pinot.

Y cuando todo parecía ceñirse a la estrategia del Movistar apareció Yates con su maillot rojo para demostrar que la mejor defensa es un buen ataque. El líder del Mitchelton quemó a Quintana, que esperó a Valverde y luego pinchó, tanto la rueda como sus ilusiones. Enseguida se abrieron diferencias. Yates y Pinot tenían a más de un minuto a Valverde y Enric Mas, con López en un negocio que no encontró soluciones al incendio que se estaba produciendo. A Valverde se le iba La Vuelta, al mallorquín el podio.

Pinot, pletórico, retó a Yates por la etapa. Arrancó el francés, en gran momento de forma, a 200 metros de meta, ya imparable. Yates no contestó. El de Manchester habla poco. Prefiere atacar, su arma letal. En el techo de La Vuelta acarició el cielo. Falta otro viaje. Desde La Rabassa ya divisó Madrid.

La fiabilidad del líder es sólida. Aparte de su superioridad en carrera, dejó a Valverde a 1:28, a Kruijswijk a 1:58 y a Enric Mas cuarto a 2:15. No obstante, hoy espera una jornada de seis puertos y final en el Coll de la Gallina, y aquí nadie se raja. Valverde, como Enric Mas, anunció batalla: "No he perdido la Vuelta y lo mismo que me ha pasado a mí hoy -por ayer- le puede pasar a Yates mañana -por hoy-".