Fue el del martes en Elche su tercer partido completo con la selección española. Con Julen Lopetegui, su actual entrenador en el Real Madrid, no acabó de consolidarse en la selección. Tampoco con Zinedine Zidane, su anterior técnico en el conjunto blanco, pese a aprovechar muchos de los minutos que le dio en su etapa en el Bernabéu.

Parece que con Luis Enrique en el banquillo de la selección, todo ha cambiado para Marco Asensio, o va camino de hacerlo. Suplente en Wembley ante Inglaterra en el estreno en la Liga de las Naciones -jugó un buen tramo de la segunda parte-, fue titular el martes ante los subcampeones del mundo. Es la tercera vez en sus 17 partidos como internacional que acaba un partido. El primero, ante Israel en la fase de clasificación para el Mundial; el segundo, contra Rusia el pasado 1 de julio, fecha de infausto recuerdo porque la selección quedó eliminada del Mundial de la forma más triste. Marco, como el resto de sus compañeros, estuvo muy por debajo de sus prestaciones habituales en los 104 minutos que estuvo sobre el terreno de juego.

La del martes fue una historia muy diferente. Su actuación fue memorable, como lo refleja la totalidad de la prensa, que agota los adjetivos para calificar el brutal partido del mallorquín. Dos goles desde fuera del área y tres asistencias es el resumen de su actuación. Participó desde el segundo al sexto gol al combinado de Rakitic y Modric partiendo desde su posición favorita, la de extremo diestro, desde donde encuentra más facilidad para acomodarse el balón a su pie bueno, el izquierdo. Así llegaron sus dos primeros goles en su todavía corta trayectoria con la selección.

El primer gol nació de un zurdazo desde 35 metros que superó a Kalinic, un disparo que alcanzó una gran velocidad. El segundo llegó de otro zurdazo violento, con algo de fortuna ya que tras estrellarse en el larguero rebotó en el guardameta croata. En el 4-0 asistió a Sergio Ramos en un saque de esquina; el 5-0 dio un pase en profundidad a Rodrigo y en el 6-0 asistió a Isco.

Fue la noche perfecta para el número 20 de la Roja, la soñada por cualquier futbolista.Con la presencia de Luis Enrique, se abren nuevas perspectivas para un futbolista que, desde que salió del Mallorca al Real Madrid por 3,9 millones de euros -una cifra ridícula dada su gran proyección-, no ha conseguido asentarse como titular indiscutible ni en su actual equipo ni en el combinado español.

Asensio era el hombre más feliz del mundo al final del partido. "Tenía muchas ganas de marcar mi primer gol con la selección, ha costado un poco, pero al final todo trabajo tiene su recompensa". "Mi objetivo es seguir creciendo, ahora tengo más importancia en mi club y en la selección y lo intento aprovechar de la mejor manera en partidos como este", dijo.

Preguntado por el partidazo de Asensio, Luis Enrique comentó que marcó "dos golazos increíbles, muy de su estilo, tiene un golpeo único", añadió.

El futbolista de Calvià es consciente de que se encuentra ante una temporada que puede marcar su inmediato futuro. Con más confianza de parte de Lopetegui, empieza a sentirse un jugador importante en su equipo. Son ya pocos los que tienen dudas de que apunta al liderazgo en cualquier equipo que juegue. Su calidad es alabada por todos sus compañeros, que valoran su visión de juego, su disparo y su zurda demoledora. Humilde en la victoria y en la derrota, Asensio vivió su mejor noche, la primera de muchas que están por llegar.