Por méritos propios, frutos de un rendimiento extraordinario, Enric Mas se ha convertido en uno de los grandes protagonistas de grandes protagonistasla Vuelta a España. Especialmente en sus etapas de alta montaña. Un tramo en el que el ciclista de Artà, de apenas 23 años de edad, ha aprovechado para instalarse sexto, a 1:55 minutos del liderato del británico Simon Yates, en la clasificación de la ronda. Una carrera por etapas, de tres semanas, en la que el ciclista del equipo Quick-Step mantiene que "mi objetivo está en finalizar en el 'top 10' o explotar". Esa última opción le amenazó entre el jueves y el viernes pasados, cuando -en plena carrera- se vio obligado a medicarse con antibióticos, por fiebre.

Sin embargo, el artanenc se ha repuesto y ha demostrado con creces que se encuentra en disposición de luchar por una de las plazas del podio final del próximo domingo, en Madrid. Eso sí, por delante le queda una gran semana de carrera en una Vuelta en la que todo está por decidir. Especialmente quién se hará con el triunfo. Y él, Enric Mas, está en más de una quiniela, al tiempo que sigue despertando admiración y acumulando reconocimientos. La mayoría de ellos como el que le dedicó el año pasado Alberto Contador, cuando le señaló como su heredero.

Ayer fue Alejandro Valverde, segundo en la general y el único español por delante de Enric Mas en esa clasificación, quien se descubrió ante él, asegurando: "Está creciendo maravillosamente".

"Perdió algún tiempo en la primera etapa de montaña, pero luego ha estado muy bien y haciendo una Vuelta muy buena, regular y atacante", defendió el murciano sobre el mallorquín, que en los Lagos de Covadonga terminó sexto, dando la cara y mostrándose muy ofensivo, sin complejos.

"Está creciendo maravillosamente y es parte del relevo generacional en España, con Marc Soler", se congratuló Valverde. Una auténtica estrella del ciclismo mundial, quien admitió: "Su evolución en esta Vuelta es algo que no me sorprende, porque ya se le vio la temporada pasada que andaba muy bien".

Tras la jornada de descanso de ayer, Enric Mas y el resto de aspirantes al podio final se enfrentan hoy a una contrarreloj individual que amenaza con resultar determinante, por sus 32 kilómetros de recorrido, prácticamente llanos entre Santillana del Mar y Torrelavega, y la gran igualdad evidenciada en la montaña por los primeros de la Vuelta.

La semana decisiva de la Vuelta, tras la crono de hoy, exigirá mañana, miércoles, a Enric Mas seguir entre los mejores en el final en alto en el Monte Oiz, también conocido como el Balcón de Bizkaia. Con 5 kilómetros finales por encima del 10 por ciento y superando por momentos el 19. Dura jornada, con más de 3.000 metros de desnivel acumulado.

Tras eso, el viernes y el sábado la Vuelta debe quedar vista para sentencia en Andorra, con dos etapas de alta montaña, en los Pirineos, por las rutas de las que Enric Mas es uno de sus habituales.