Por si quedaba algunda duda, con el triunfo de Novak Djokovic sobre Juan Martín del Potro en la final del Abierto de Estados Unidos, en la madrugada del domingo al lunes (6/3, 7/6, 6/3), se ha acabado definitivamente el duopolio que han mantenido en los dos últimos años Roger Federer y Rafel Nadal, sacando partido ambos, precisamente, a la lesión en el codo y a la crisis que alejó al serbio de las plazas de privilegio.
En ausencia del balcánico, desde ayer nuevo número tres del mundo, el suizo y el mallorquín se repartieron de forma consecutiva seis títulos grandes -Federer Australia 2017 y 18 y Wimbledon 2017, y Nadal Roland Garros 2017 y 18 y US Open 2017-, hasta que Djokovic rompió esta hegemonía el pasado 15 de julio al triunfar en el grande de hierba. Una victoria que le ha impulsado definitivamente ya que un mes después se impuso en Cincinnati y, el domingo, conquistó por tercera vez el abierto norteamericano.
Son ya catorce los títulos grandes que figuran en el palmarés de Djokovic, igualando al norteamericano Pete Sampras, y se sitúa a solo tres de Nadal y a seis de Federer, líder con veinte títulos de Grand Slam. La diferencia parece importante, pero si el serbio es capaz de mantener su privilegiado estado de forma, la amenaza sobre Nadal es más que evidente. A favor de Djokovic juega que es el más joven de los tres fenómenos -31, por 32 de Nadal y 37 de Federer- y, como en el US Open, puede sacar ventaja de las recaídas de Nadal en el apartado físico.
Aunque falta mucho para enero, mes en que se disputa el primer grande del año, el Abierto de Australia, la cita de Melbourne es, con diferencia, la que mejor se le da al serbio, donde suma seis victorias, la última hace solo dos años, justo antes de caer en un pozo en el que ha tardado dos años en salir.
Djokovic, emocionado, tuvo palabras de recuerdo y de elogio hacia sus dos grandes rivales, que junto a él están marcando una época posiblemente irrepetible en la historia del tenis. "Hace diez años habría dicho que no era feliz de formar parte de esta época con Nadal y Federer, pero ahora lo soy. Siento que la rivalidad con ellos me ha hecho ser el jugador que soy. Tengo el mayor de los respetos por lo que han conseguido en la pista y por su papel fuera de ella. Creo que nos hemos apretado los unos a los otros hasta el límite en cada momento que nos hemos enfrentado. Para mí, siempre hay un desafío final que es jugar contra ellos dos en cualquier lugar", se sinceró sobre sus duelos con el manacorí y el suizo.
Batalla por el número uno
Además de por seguir ocupando la segunda plaza en cuanto a títulos de Grand Slam, Nadal libra otra batalla, la de acabar el año como número uno por quinta vez en su carrera. El mallorquín perdió 1.280 puntos tras no poder revalidar su corona en Nueva York, pero se mantiene en lo más alto con 1.860 de renta sobre Federer, sorprendentemente eliminado por el australiano John Millman en octavos de final. A menos de 500 puntos del suizo ya se encuentra Djokovic, que vuelve a la carrera por el número uno mundial que ya ocupó durante 223 semanas. Son algo más de dos mil puntos los que separan a Nadal de Djokovic. El primero no tiene segura su participación en Shanghái mientras que el segundo, enrachado y de nuevo con el aura de invencible, defiende pocos puntos en un final de curso que se presenta apasionante.
