En el fútbol prevalece siempre ganar a jugar bien. Como si no fuera posible unir los dos conceptos. Pues bien, el Mallorca demostró el viernes ante el Cádiz que sí lo es. El camino más corto hacia la victoria es proponiendo, controlando, lo que los técnicos llaman tener el 'tempo' del partido. Eso es lo que hizo el equipo de Moreno, en una segunda parte espectacular que, por una vez, tuvo su justo premio en el último minuto con el gol de Álex López.
Moreno ha conseguido en solo cuatro jornadas los mismos puntos, nueve, que en las cuatro últimas temporadas en Segunda -desde el traumático descenso de Primera- necesitó sumar en nueve, en lo que es el mejor arranque del último lustro. El entrenador valenciano sigue con el discurso moderado y no se cansa de repetir que hay que tener los pies en el suelo. Tiene razón. Esto no ha hecho más que empezar y la Segunda es larga como pocas, 42 jornadas que se hacen interminables.
Pero por lo que se ha visto hasta ahora, hay motivos para ser optimistas. Al menos, en cuanto a no pasar apuros para mantener la categoría. El equipo rojillo parte con una ventaja con respecto a las tristes temporadas en Segunda desde el descenso: la actitud. Los jugadores se comen el balón, y con Moreno en el banquillo se hace difícil pensar que vayan a dejar de hacerlo. El compromiso no se discute.
Llega la Copa. Aprovechando el buen momento del equipo, se presenta una oportunidad única para que el Mallorca pase a la segunda ronda de la Copa del Rey. Con una plantilla de 25 jugadores, el club y el equipo, Moreno el primero, tienen la obligación de tomarse muy en serio esta competición, en la que el Mallorca tocó la gloria en 2003. "Vamos a sacar el mejor equipo para este partido", suelen decir los entrenadores, el día antes de alinear un once plagado de suplentes. Lo importante es la Liga, es verdad, pero la Copa no se puede tirar un año más a las primeras de cambio. Ante un Oviedo tocado por la goleada ante el Zaragoza (0-4) y que el partido se juegue en Palma a partido único, la ocasión se presenta inmejorable.
Primer tropiezo del Atlético Baleares. De forma inesperada, el conjunto blanquiazul encajó ayer ante el recién ascendido Ejea su primera decepción del curso. El equipo de Mandiola pecó de pardillo porque no te puedes dejar sorprender como lo hizo adelantándote en el marcador. Debe ser la derrota de ayer una lección para el futuro. De momento, es un jarro de agua fría por lo inesperado de la derrota.
Jorge Lorenzo se cayó en Misano, ante 96.000 espectadores, cuando apuraba sus opciones para arrebatar la primera plaza a su compañero de equipo, que no amigo, Andrea Dovizioso, finalmente vencedor. El piloto mallorquín dio un importante paso atrás, quizá definitivo, en su intento de acabar subcampeón, triste objetivo en un pentacampeón como él, pero necesario para su prurito personal.
Nadal ha vuelto a ser víctima de las lesiones. Si en Australia se retiró en cuartos por el psoas ilíaco, en el US Open lo hizo en semifinales por el dichoso tendón rotuliano. Tantas horas en pista han pasado factura al número uno, que además causa baja en la Davis.
Enric Mas está demostrando en LaVuelta todo lo bueno que se dice de él. El corredor mallorquín, sexto ya en la general, lo tiene todo para triunfar. Solo es cuestión de tiempo.
