El mallorquín Lluís Mas (Caja Rural) fue el gran protagonista de la novena etapa de la Vuelta a España, disputada entre Talavera de la Reina y La Covatilla (de 200'8 kilómetros) y en la que el estadounidense Benjamin King (Dimension Data), el mismo que inauguró la cima de Alfacar, sufrió "como nunca" para adjudicarse el triunfo en solitario. El británico Simon Yates (Mitchelton) se enfundó el maillot rojo.

Una vez más, Lluís Mas agitó la etapa. Casi desde el inicio se formó un grupo de once elegidos para buscar el triunfo desde la escapada. Desafiando un recorrido de 200 kilómetros y cuatro puertos hasta la meta.

King, de 29 años, la logró con épica y agonía en la primera cima de categoría especial de la Vuelta, como superviviente estelar de la escapada del día, y resistiendo el acoso del holandés Bauke Mollema, que llegó desfondado a 48 segundos, poco antes que el belga Dylan Teuns (BMC), el último aventurero en meta.

A 29 kilómetros de meta De Gendt (Lotto) espabiló el ritmo en cabeza y seleccionó a seis hombres poco antes de llegar a Candelario. Cerca de las calles empedradas del pueblo salmantino atacó Lluís Mas, a quien se pegó King. El mallorquín había iniciado el despegue definitivo.

Restaban 18 kilómetros hasta coronar La Covatilla a casi 2.000 metros de altitud.

King apretó los dientes para sufrir un terrible calvario, Mollema se llenó de impotencia en la persecución, y los favoritos se marcaron hasta el último kilómetro.

Premio a la combatividad

Lluís Mas se quedó sin el premio en la carretera, aunque su trabajo le permitió subir al podio como acreedor del premio de la combatividad, el segundo en esta ronda para su equipo.

El otro mallorquín, Enric Mas (Quick Step), entró en el puesto 19, a tres minutos de King, y es duodécimo de la general.

La Vuelta disfrutará hoy en Salamanca de la primera jornada de descanso con la general apretada, con 13 corredores en el margen de 1:30 minutos y las etapas más duras por llegar.