El Atlético Baleares logró ayer un meritorio empate en su estreno en Segunda B (1-1). Los balearicos fueron de menos a más ante un Castellón que desde el primer minuto peleó por cada balón para inentar dar una alegría a su afición en su retorno a la categoría después de siete años sufriendo en Tercera.

El primer periodo fue igualado, aunque siempre dio más sensación de peligro el Castellón, apoyado desde las gradas por más de diez mil aficionados que no quisieron perderse el debut de su equipo. El Atlético Baleares colgó bastantes balones al área local, pero fue incapaz de rematar a puerta con claridad ante la contundencia de la defensa local.

Precisamente, la solidez defensiva fue la mayor carencia de un Atlético Baleares que pagó caro uno de sus tres despistes atrás. En el minuto 25, un pase largo dejó a Juanjo solo ante Klaus pero disparó fuera tras hacer un buen control. No erró, sin embargo, Juanma pasada la media hora, rematando con el pie en semifallo un balón colgado al segundo palo que no defendió bien Expósito y que hizo imposible cualquier intento de parada del cancerbero balearico. Al borde del descanso, el once de Manix Mandiola se evitó un disgusto tras un cabezazo del veterano Máyor, que se estrelló en el larguero.

Segunda parte

La segunda parte fue otra historia. No se sabe qué les dijo Mandiola en el vestuario, pero lo cierto es que sus jugadores entraron al campo de forma muy diferente a la primera. Y los frutos se vieron a los seis minutos en una jugada trenzada del conjunto blanquiazul en la que Canario fue principio y final.

El extremo se hizo con el balón en el centro del campo, se la pasó a Fullana, que combinó con Marcos al borde del área. Este se la pasó a Canario, que se internó en el área para batir a Campos.

Este gol dio alas a los blanquiazules, que se hicieron dueños del partido. Encerraron al Castellón en su área y pusieron en serio peligro al guardameta local. En el minuto 71 se produjo el susto del partido en un salto de Regalón con Rovirola, que acabó con los dos jugadores tendidos sobre el césped. La peor parte se la llevó el defensa del Castellón, que tuvo que abandonar en camilla el terreno de juego después de seis minutos en los que no se movía, aumentado la incertudumbre de todos sobre su estado. Rovirola volvió al terreno de juego con un espectacular vendaje en la cabeza y, a los pocos minutos, estuvo a punto de marcar.

En el minuto 90, con ocho todavía por delante por el tiempo que se demoró en atender a Regalón y Rovirola, llegó un error de bulto del colegiado cuando anuló un gol legal a Juanma. El árbitro entendió que el rematador del Castellón estaba en fuera de juego, pero las imágenes se encargaron de demostrar que no fue así. Y se llegó al final del partido, un buen empate porque, si bien es verdad que en la segunda parte fue muy superior el Atlético Baleares, en la primera el mejor fue el Castellón, que dio por bueno el punto ante la calidad y empuje del rival.