Novak Djokovic se ha convertido en la principal amenaza de Rafel Nadal en el Abierto de Estados Unidos, que comienza el próximo día 27 y en donde el mallorquín defiende el título obtenido el pasado año. El serbio, ganador en Wimbledon, logró el domingo el título en el Masters 1.000 de Cincinnati, el único torneo de esta categoría que faltaba en su palmarés, al doblear (6-4, 6-4) con autoridad al suizo Roger Federer.

Desaparecido en los dos últimos años por una lesión en el codo que le obligó a pasar por el quirófano, el tenista de Belgrado ha resurgido de sus cenizas y se postula como uno de los grandes favoritos para el último grande de la temporada.

El 'Golden Masters' eleva a un 'Nole' cada vez más de vuelta, como ya comenzara a dejar claro hace un mes ganando su decimotercer Grand Slam en la hierba de Wimbledon. Cinco años después de ganar en Montecarlo el penúltimo, el serbio completó un pleno único, que comenzó en 2007 ganando los torneos de Miami y Canadá. Un objetivo que sin duda dio un plus de motivación al de Belgrado, que no dio opción a un Federer incómodo. El suizo no estuvo a su nivel ni a uno aceptable para competir con un Djokovic que alzó su segundo título de la temporada, el 70 de su carrera para llegar lanzado al US Open, cuando comenzó el año lleno de dudas.

El serbio se ha repuesto a la recurrente lesión en el codo y la falta de energía y motivación que le dejó cerrar el Grand Slam con el Roland Garros en 2016. Ahora, devora de nuevo sobre la pista y parte como uno de los favoritos en Nueva York. Un rival de cuidado para Nadal.