Marcus Cooper (Oxford, 1994) aprovecha sus últimos días en la isla para desconectar, aunque no deja de lado la pala y la piragua, donde sigue ejercitándose en su casa de toda la vida, el Club Nàutic de Portopetro. El palista, medalla de oro en los últimos Juegos de Río de Janeiro, empezó una nueva etapa profesional subiendo al k-4 500. Un reto tanto para él como para sus compañeros de viaje. La próxima cita es el Mundial, pero el objetivo real no es otro que los Juegos de Tokio 2020.
En el último Mundial en Hungría lograron el oro, y en el Europeo en Belgrado se llevaron también el metal dorado en la modalidad k-4 500 que, por primera vez, será olímpica.
Sí, esta temporada la verdad que ha salido bastante bien. El k4 500 es el proyecto prioritario para esta temporada hasta llegar a Tokio 2020. Tanto la primera Copa del Mundo que tuvimos, como el Europeo y también los Juegos del Mediterráneo de hace poco, están saliendo unos resultados magníficos. Es una de las mejores temporadas de mi vida porque no me he bajado del podio. Y ahora queda lo importante que es el Campeonato del Mundo en Portugal con el k-4 500 metros junto a mis compañeros Saúl Craviotto, Cristian Toro y Rodrigo Germade, que yo creo que vamos a estar luchando por ganar.
La adaptación es casi inmejorable, y encima es el primer año que compiten cuatro en una piragua de estas características y en esta modalidad.
Sí, el año pasado ya hicimos algunos test con el k-4. Vamos muy bien, somos cuatro compañeros que nos llevamos genial tanto personalmente como deportivamente y, parece ser, que lucharemos por algo grande tanto en este Mundial, como en los Juegos Olímpicos de Tokio que es nuestro gran objetivo.
¿Cómo fue para usted el proceso de selección para armar el k-4 500?
Ya estábamos en el equipo nacional los cuatro, luego a base de controles y test selectivos hemos definido del todo los cuatro tripulantes que iban a ir dentro y el lugar de cada uno como estamos distribuidos. Saúl primero, Cristian, yo y Rodrigo, y parece ser que es la mejor manera, lo que mejor se nos da.
Igualmente, sigue usted compitiendo y ganando en la modalidad k-2 500, pero ahora el objetivo pasa solo por el k-4 500.
Exactamente, el objetivo es Tokio y el objetivo es el k-4. El k-2, siempre que los horarios lo permitan, me gusta competir y junto a Rodrigo, uno de los compañeros que está en el k-4, que se nos ha dado genial pero es una modalidad que no es olímpica y no le damos tanta prioridad. Ahora he cambiado tanto de modalidad como de distancia. En Río de Janeiro competí y gané en el k-1 y en la de 1000 metros. Es una ayuda para mí encontrar otra motivación, de no ir a competir con lo mismo para conseguir como mucho el mismo resultado.
La Federación de Piragüismo les obligó a hacer podio, y de no conseguirlo no iban a ir al Mundial de Portugal.
Sí, debido últimamente a nuestros buenos resultados en estos años, la Federación Española pone unos criterios y unos objetivos cada vez más exigentes. Entonces, había que demostrar que valíamos para mucho en el Europeo y teníamos que subirnos al podio para que este mismo k-4 fuera al Mundial. Ahora ya lo logramos, ganamos en el Europeo y ya vamos con tranquilidad hacia el Mundial.
¿Le hubiera parecido justo haber quedado usted en cuarto lugar y no optar al Mundial y, en última instancia, a los Juego de Tokio de 2020?
Bueno, son las reglas que están escritas. Lo que sucede es que se volvería a abrir el k-4, en el sentido de que otros palistas podrían acceder a él, mediante otras pruebas y criterios selectivos. Sería un poco pesado porque tendríamos que hacer controles internos entre nosotros y perder un poco más el tiempo. Pero lo logramos y vamos al Mundial.
Tengo entendido que el Mundial se televisará; ¿será clave para lograr futuros nuevos patrocinios?
Sí, sí, a veces me da un poco de rabia el piragüismo, hablando claro. Por resultados en estos últimos años es el deporte rey. Llegamos a cada cita internacional y logramos bastantes medallas. Entonces, creo que ya es hora de que empiecen a televisarlo, porque es importantísimo para nosotros salir en la televisión y la gente lo va a disfrutar.
Parece ser que las ayudas económicas no son la más óptimas, ¿cómo están?
Estamos todos un poco enfadados por este tema y todo el rato intentamos exigir que la Federación ponga los medios, al menos mínimos y suficientes porque no llegamos ni a eso. La ayuda de nuestra propia Federación es bastante escasa. Estamos consiguiendo muy buenos resultados pero realmente es por méritos propios de los deportistas, los entrenadores y los que trabajan directamente con nosotros. Un deporte como el nuestro necesita muchísima labor de nutricionistas, de fisioterapeutas, y es que estamos sin ellos.
Tampoco las becas están cumpliendo el cometido.
Estamos los deportistas un poco preocupados. Parece que no va por muy buen camino y parece que cada vez hay menos dinero. Al final si un deportista a estas alturas, a estas edades y con el sacrificio que hacemos, si no logramos tener una remuneración económica pues ya llega un punto que te planteas seguir con el deporte o no porque al final no vale la pena. Podrías ganar lo mismo o más trabajando en cualquier otro lado y es como que a veces te planteas de que no vale la pena ya seguir en el deporte. Entonces es muy importante mantener esas becas, mover cielo y tierra, ya desde el CSD o desde el COE, al menos los que están compitiendo porque si no se va a acabar el deporte.
¿Le sigue llegando a usted el dinero de las becas?
Por ahora está llegando, claro, pero vengo de estar ganando los Juegos, Mundiales, pero sí que está tardando mucho tiempo y viene como más a plazos pequeños. En este año aún no he cobrado nada. Nos aseguran de que sí va a llegar, pero estamos escuchando que habrá menos cantidad de dinero que antes, que después de Tokio no habrá nada. Todo es una incertidumbre y una preocupación.
¿Qué le exigen a la Federación?
Intentamos exigirles recursos no económicos, que nos paguen estar en una estancia mejor mientras estamos concentrados en Asturias, que tengamos más horas de fisioterapeuta, que se nos pague un nutricionista y los suplementos deportivos. Cosas básicas de un deportista que aspira a ganar un Campeonato del Mundo y unos Juegos Olímpicos. No pedimos más.
¿La Federación Española les ha ayudado en alguna cosa últimamente?
La Federación está moviéndose para pagarnos la nutrición, ya sí que está más con nosotros. A día de hoy estamos en un hotel concentrados, y ya sí que estamos con condiciones más óptimas. Sí que es verdad que cuando salieron estas noticias hace unas semanas estábamos bastante enfadados.
¿Tienen a alguien encargado de gestionar estas ayudas?
Al final nosotros mismos cuando vamos a un hotel nos acercamos y hablamos con el director para intentar negociar un precio, que luego ese precio se lo pasemos a la Federación y esta acepte. Entonces estamos haciendo el trabajo sucio, y eso es como pedir favores. El fisioterapeuta nos está tratando sin de momento cobrar, tardan mucho en pagarle. Estamos como siempre pidiendo y a veces nosotros tenemos algo de corte y vergüenza de hacer estas cosas.
Al final, ¿estas carencias pueden hacer peligrar los objetivos deportivos?
Sin duda. Tuve y todavía tengo los dolores de espalda por haber dormido en un colchón malísimo que no se lo desearía a nadie, y ha habido días que es que pensaba en dejarlo por unas semanas o así para intentar recuperarme porque era demasiado por el dolor porque no podía entrenar y al final es que a veces con el calentón te preocupas a ver si va a ser una lesión grave y te vas a quedar sin competir no solo este año sino en Tokio. Son cosas que son como fundamentales para nosotros que al final si no las tienes no vas a poder luchar para objetivos ambiciosos que tenemos.
