A siete días para el estreno en competición oficial, Manix Mandiola admitió la escasez de futbolistas en su plantel. El técnico vasco cuenta con 18 futbolistas, con la excepción del lesoinado Adrián Hernández, para enfrentarse esta tarde al Binissalem (19 horas). Será así el último ensayo en Son Malferit antes del debut del próximo sábado en liga ante el Castellón.

"En la mayoría de las líneas estamos bien, pero en las bandas es donde menos efectivos tenemos", argumentó Mandiola durante el acto de renovación del patrocinio con Air Europa ayer en Llucmajor.

Durante el trofeo Nicolás Brondo ya alineó a Kike y Canario en los flancos, pero ninguno de los dos es de perfil zurdo y es por ello que el técnico vasco expresó que el club está "en la búsqueda porque la temporada es larga y hacen falta alternativas para los titulares con gente de nivel", dijo el exentrenador del Burgos.

Mandiola quiso mandar un mensaje tranquilizador al afirmar que "a pesar de que la plantilla sea un poco corta, soy optimista y creo que estamos bien para empezar", agregando que el próximo sábado tiene "un once de garantías para empezar, pero durante el año pueden haber sanciones o lesiones que nos mermen".

En este sentido el técnico vasco ya ha vivido el contratiempo de perder al atacante Adrián Hernández para los próximos dos meses por su lesión en el pie durante la semana deconcentración en Murcia.

"A todos nos viene bien que la competición empiece dentro de una semana", señaló el entrenador blanquiazul, quien aseguró sentirse "optimista", porque considerra que ha habido "acierto en los fichajes" además de contar para el arranque "con argumentos". "Terminamos la temporada ganando partidos y enganchados con la afición", indicó el experimentado técnico, que también habló del estreno en Castellón: "Nos vamos a encontrar un equipo y una afición ilusionados porque el club quiere estar de paso en Segunda B". Mandiola aseguró que su equipo "no irá de figurante a Castalia".

Preguntado por el esperado cambio durante este curso al Estadi Balear, Mandiola reconoció la "ilusión por estrenar un estadio nuevo", a pesar de que no le disgusta Son Malferit porque "tiene buenas dimensiones y en mi estancia supimos rentabilizarlo".