Difícilmente podía imaginar Miquel Jaume cuando fundó la Associació Esportiva Manacor que veinte años después el club estaría en la elite nacional, siendo uno de los referentes de la mejor Liga del mundo. El 14 de julio de 1998 nació una entidad que ha ido subiendo escalones hasta convertirse ya en un clásico de la Primera División ya que ya lleva la mitad de su vida entre los mejores.

Este aniversario, que la entidad tiene previsto festejar con diferentes iniciativas durante la temporada, llega en el mejor momento de su historia a nivel deportivo, social y económico y con la exigencia de seguir creciendo en el futuro.

El relato del Palma Futsal no ha sido fácil de escribir ya que hay esfuerzo, sacrificio, compromiso, superación y algún punto de locura en muchos capítulos de una obra en la que hay situaciones variopintas: de Primera Nacional B a Primera División, de club amateur a la profesionalización, de Manacor a Palma pasando por Inca ante la imposibilidad de jugar en su ciudad, de la Associació Esportiva Manacor a Palma Futsal, de los problemas económicos a una gran estabilidad con la mayor nómina de patrocinadores de la historia, de un club de la Part Forana a ser el icono del fútbol sala en Balears y que ha creado de la nada una afición fiel por un deporte que ha levantado pasiones y que se ha convertido en masivo, tanto a nivel social como en el número de practicantes.

El club, bajo la denominación de Associació Esportiva Manacor, comenzó a competir aquella misma temporada 1998/99 en Primera Nacional B, consiguiendo dos ascensos seguidos para plantarse en la División de Plata, la segunda división del fútbol sala nacional.

Profesionalización

La entidad comenzó como un proyecto humilde y formado por un grupo de gente de Manacor con muchas ganas de trabajar. Dio un cambio definitivo hacia la profesionalización en la temporada 2005/06 mejorando su apuesta deportiva y con la clara ambición de llegar a la máxima categoría, con jugadores importantes que formaron una plantilla que pasó de luchar por la permanencia a intentar ascender a la División de Honor, éxito que se logró en 2008 con la denominación de Fisiomedia Manacor.

El hecho de tener que emigrar a Inca y la falta de apoyo de instituciones y patrocinadores provocó el descenso, pero regresó a Primera División el verano de 2010. Y hasta día de hoy. Para no repetir errores decidió cambiar la sede de sus partidos y jugar en Palma. Jaume considera que fue la mejor decisión en la historia del club y que supuso un crecimiento extraordinario hasta convertirse en lo que es hoy, ya como Palma Futsal. Tras unos primeros años en el Palma Arena, la reapertura del Palau Municipal d'Esports de Son Moix ofreció el escenario perfecto para perfeccionar la obra. Se ha convertido en uno de los equipos punteros de España tras encadenar cuatro años clasificándose para la Copa de España y los playoff por el título. Además, ha jugado una final de la Copa del Rey, su mayor éxito deportivo hasta hoy, dos semifinales por el título de Liga y las semifinales de la Copa de España de la pasada temporada.

No obstante, el mayor logro del Palma Futsal es fuera de la pista. El crecimiento social del club es extraordinario hasta el punto de que la pasada campaña rozó los tres mil socios. Y quiere más. Porque en su familia caben todos, sin excepción. El verde pistacho les une.