El trote, y especialmente la gestión del descuidado Hipòdrom de Manacor, se convirtió en el tema central del debate y el importante show que de nuevo se vivió ayer en el pleno del Consell de Mallorca. Todo un espectáculo con dos grandes actores enfrentando sus respectivos papeles. Caso del conseller Joan Font, en representación de Més, y la también senadora Catalina Soler, desde la bancada del PP, en la oposición.
Un choque de trenes en el que terminó quedando en evidencia la palabra de Font, quien involucrando al Ajuntamemnt de Manacor, defendió la autorización de chiringitos, food tracks y determinadas cesiones a clubes deportivos para paliar la falta de un servicio legal que explote los bares y restaurantes del Hipòdrom Municipal. Una teoría que fue desmentida desde el consistorio manacorí, atendiendo a una consulta del PP del Consell.
Los ya habituales reñidos debates entre Joan Font y Catalina Soler caracterizan la mayoría de plenos de la institución insular que preside Miquel Ensenyat. Y en la mayoría de los casos se centran en la defensa del portavoz de Més de la insuficiente gestión de Jaume Ramis como presidente del Institut de l'Esport Hípic de Mallorca, organismo encargado de la administración y organización deportiva de los hipódromos de Son Pardo y Manacor.
El PP acusó al equipo de Ensenyat de "estar rozando la ilegalidad", a través del Institut de l'Esport Hípic, en la gestión del hipódromo de Manacor, "el gran olvidado durante esta legislatura".
Catalina Soler preguntó si es cierto que tras el cierre del restaurante de la instalación se autorizó desde el Institut la instalación de chiringuitos que venden alimentos y bebidas a los usuarios y que estarían "pagando a un señor que no sabemos quién es para que puedan instalarse en el hipódromo". Soler también cuestionó "quién establece las tasas de las bebidas que ahí se venden" y negó que esa sea una competencia del Ajuntament de Manacor: "Existe un convenio de cesión de las instalaciones al Consell".
Equiparación de ayudas
De la misma forma, el pleno del Consell aprobó ayer -por unanimidad- una moción del Pi, defendida por Antoni Pastor, para exigir al Gobierno estatal que equipare sus subvenciones al trote con respecto a las que reciben las carreras de caballos al galope de Madrid, Euskadi o Andalucía. Especialmente para favorevcer la cría,a través de ayudas del Ministerio de Agricultura. "Llevamos muchos años, más de una década, sufriendo un agravio comparativo", denunció Toni Pastor.
