Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Análisis

Valiente y timorato a la vez

A Fernando Hierro deberá agradecerle de por vida a Rubiales que se hiciera cargo de la selección de un día para otro tras la justa destitución de Lopetegui, que negoció con Florentino a espaldas de su presidente. El malagueño tenía más a perder que a ganar porque campeón solo queda uno. Pero aceptó y hay que resaltar su valentía. La que no ha demostrado como seleccionador. Desde el banquillo se ha mostrado timorato a la hora de plantear los partidos y de ejecutar cambios que se pedían a gritos. No se atrevió a cambiar a un desafortunado De Gea, de error en error; Busquets, sin pilas desde hace tiempo, no contó con el Koke de turno en un par de partidos e Iniesta se quedó incompresiblemente fuera en el duelo decisivo de octavos, cuando se necesitaba un abrelatas más que nunca. Hierro ha sido un buen director deportivo, pero como seleccionador deja que desear.

Compartir el artículo

stats