Alba Torrens disfrutó como un niña del partido que disputó ayer la selección española en Son Moix. La alero de Binissalem repartió besos, abrazos y autógrafos a unas gradas volcadas con la jugadora del Ekaterimburgo de Rusia. Torrens no ocultó, tras el encuentro, las dificultades con las que se encontró España para superar al rival: "No ha sido ninguna sorpresa, sabemos del potencial de Japón, sabemos que en los últimos años está jugando muy bien y lo ha demostrado. Creo que nosotras hemos hecho un buen trabajo durante este primer partido de preparación para el Mundial de Tenerife. Hace poco que entrenamos, pero lo cierto es que hay muchos detalles que todavía se pueden mejorar. Una vez más hemos mostrado nuestro carácter sobre la pista para lograr esta ajustada victoria ante el conjunto rival".

Torrens, que hoy vuelve a Son Moix, a la misma hora, para disputar el segundo encuentro de preparación ante Japón, valoró muy positivamente el ambiente del Palau: "Para nosotras jugar en un Son Moix casi lleno ha sido un momento muy especial. Es un momento que recordaré siempre y espero que mañana (por hoy) sea igual o mejor. Cuando ves que la afición de casa está contigo, como hoy lo ha estado Son Moix, es un momento muy especial. Me he sentido muy apoyada por todo el mundo y se me han juntado muchas emociones".

Por su parte, Nogaye Lo, la otra mallorquina de la selección absoluta de baloncesto, reconoció sentirse "muy contenta" por poder haber jugado también unos minutos ante su gente. "Era un partido complicado, pero estamos muy contentas con el resultado que hemos obtenido, era nuestra primera cita y espero que mañana (por hoy) sea todavía mejor", zanjó Lo.