El fútbol balear está de enhorabuena. Y es que tras más de 25 años volverá contar con representación arbitral en la máxima categoría del fútbol nacional, la Primera División, tras anunciarse de manera oficial el ascenso del árbitro Guillermo Cuadra Fernández.

No obstante, esta noticia de ayer no fue la única buena para el Comité Balear de Árbitros de Fútbol (CBAF) ya que la mallorquina Amy Peñalver Pearce también ha conseguido el ascenso a la Primera División femenina. Un comité balear que de no tener representación desde hacía años en la máxima categoría masculina y nunca en la femenina contará con dos integrantes en la próxima campaña en la élite del fútbol español.

"Estoy muy contento, la verdad. No obstante me encuentro muy tranquilo. No estoy nada nervioso", señaló ayer a este diario Guillermo Cuadra. Este colegiado nació en 1984 en el castizo barrio madrileño de Hortaleza. Hace siete años, por motivos laborales, se desplazó a Mallorca y siguió ejerciendo de colegiado como venía haciendo en Madrid. Ingresó en el Comité Balear en la categoría de Tercera División. Su buen hacer no pasó desapercibido por los dirigentes arbitrales y sin pausa consiguió el ascenso a Segunda B, donde también cuajó buenas actuaciones. Hace tres temporadas subió a Segunda División. En la presente edición ha dirigido encuentros importantes como los correspondientes a la fase de ascenso y el derbi asturiano entre el Sporting de Gijón y el Oviedo, lo que da una idea de la confianza que se tiene en él desde el Comité Nacional de Árbitros.

"No me lo imaginaba, en serio. No es que sera una falsa modestia. Hay 22 colegiados en Segunda y alguno tiene que pitar estos partidos. Además, el nivel es tan elevado que diría que cualquiera de esos árbitros podría pitar perfectamente en Primera. Sí es cierto -continúa Cuadra Fernández- que luego influyen múltiples factores como las pruebas teóricas y físicas y la suerte. Personalmente preparo todos los partidos igual, sean los equipos de la parte alta o baja de la tabla", indica Cuadra, que desvela que la noticia se la comunicó el presidente del CBAF, Tomeu Riera Morro, precisamente el último colegiado balear que pitó en Primera. "Estaba muy feliz. Tomeu me ha ayudado mucho", reconoció.

Amy Peñalver, de 22 años, será la primera mujer de Balears que pitará en la máxima categoría. Esta árbitro, trabajadora y estudiante, dirige partidos los fines de semana como asistente en la Primera Femenina y Tercera, además de ser árbitro principal en Preferente. Su ascenso a Primera no ha sorprendido ya que ha sido de las mejores en todas las fases en las que se ha presentado.