Una de patrocinios. Sabido es que el fútbol moderno se mueve por dinero desde todos sus sectores posibles y uno de ellos es el mundo de los patrocinadores. Y ahí el portero de Egipto ha sido un tanto peculiar al rechazar el MVP que le otorgaron en su partido contra Uruguay. Mohamed El Shenawy renunció al trofeo porque lo patrocina una marca de cerveza, algo que va en contra de su religión.
Otra de sexo y redes sociales. Por otra parte, el seleccionador alemán ha marcado una serie de reglas de comportamiento que no por conocidas dejan de llamar la atención. La disciplina es norma general en Löw, de ahí que sus jugadores tengan prohibidas las relaciones sexuales durante el mundial y también el uso de las redes sociales.
Más de prohibiciones. En Francia se han prohibido las pantallas gigantes por las amenazas terroristas, ¡maldita sea!
Sobre los lanzamientos de penalti. Inglaterra no tiene muy buena relación con las tandas de penaltis, tanto es así que solo han ganado una de las siete últimas que han tenido. Eso ha provocado que estén ensayando no solo los lanzamientos, sino también la manera de dirigirse hacia el balón antes de tirar.
La primera sanción de FIFA ha sido para Argentina. La selección albiceleste hizo público el nombre de los jugadores que fueron sometidos a un control antidoping por sorpresa. La sanción a Argentina ha sido económica, claro.
La Federación danesa exige a su jugador Kjaer 67.000 euros. La selección que esté libre de problemas que levante la mano. Hasta en Dinamarca hay cosas. Al parecer el defensa Kjaer ha incumplido un acuerdo publicitario y eso se paga.
Y acabo hablando de vacunas. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomienda que se tengan las vacunas al día haciendo referencia al sarampión, la rubéola y las paperas. Todo cuenta en el mundo del fútbol.
