Con la victoria de ayer sobre Dominic Thiem, Rafel Nadal ha prolongado la racha de títulos de Grand Slam ganados consecutivamente por él y el suizo Roger Federer, algo insólito en la historia del tenis al tratarse de dos jugadores ya instalados en la treintena. Federer, que el próximo 8 de agosto cumple 37 años, se impuso en el Abierto de Australia y Wimbledon de 2017 y en el grande australiano de este año; por su parte, Nadal conquistó Roland Garros y el US Open de 2017 -el tercer abierto estadounidense de su carrera tras los obtenidos en 2010 y 2013- y ayer el grande de tierra de nuevo, por undécima vez. Federer amenaza con que esta repartición de títulos no acabe porque se presenta como el principal favorito al torneo de Wimbledon, que comienza el próximo 2 de julio y que aspira a ganar por novena vez en su carrera. Sin embargo, Nadal, pletórico de forma como ha demostrado durante las últimas dos semanas en París, no ha dicho su última palabra en el grande de hierba, que ha ganado dos veces -2008 y 2010- y ha disputado otras tres finales -2006, 2007 y 2011-. Ya el año pasado llegó con aspiraciones de llegar lejos, pero el cañonero luxemburgués Gilles Müller le cerró el paso en octavos de final en cinco sets.