Lo primero que hizo Rafel Nadal en la abarrotada sala de prensa de Roland Garros es poner en valor el hecho de que se haya clasificado para su undécima final del torneo. "Hoy es un día para estar feliz. Clasificarse once veces para la final de Roland Garros parece que es lo lógico y no quiero que sea así porque entras en una espiral de no valorar las cosas", dijo en su primera intervención en castellano después de responder en inglés.

Se le pidió a Nadal que se explayara un poco más en la reflexión que acababa de hacer. Y así lo hizo: "Cuando digo las cosas depende de cómo las escribís", dijo a los periodistas. "No soy una persona arrogante. Hay que valorar lo que se consigue desde la humildad. Hace tres meses estaba en otra situación. Me tuve que retirar en los cuartos de Australia por el psoas y cuando me preparaba para Acapulco recaí de la lesión. Y eso me hace valorar y disfrutar el momento que estoy viviendo ahora. Yo sé dónde y cómo estaba hace tres meses. Valoro mucho esta final aquí y haber ganado en Montecarlo, Barcelona y Roma. Y más a mi edad, que todo se complica. Me hace feliz seguir siendo competitivo", subrayó.

Sin hablar todavía del partido que acababa de disputar, prosiguió con sus argumentaciones sobre cómo se ve con respecto a hace algunos años: "Cada año te conoces un poco más. Pero con los años te das cuenta de que todo cambia rápidamente, en el deporte y en la vida. Hay que estar preparado para cuando las cosas van mal e intentar que las cosas vayan a mejor. Y cuando van bien, estar despierto para que no se tuerzan", espetó.

Respecto al partido, negó que hubiera tenido suerte en el primer set: "La suerte es cuando pasan cosas que uno no quiere. Si las buscas es más fácil, aunque una parte de suerte siempre hay. Ha sido un primer set muy difícil. Me siento afortunado de haberlo salvado porque he superado momentos difíciles. Lo normal es que el primer set lo hubiera perdido. Después he jugado con intensidad alta y cambios de dirección", comentó.

Dominic Thiem, su rival en la final de mañana, es quien en más problemas ha metido a Nadal en tierra. "Prefiero haber ganado la última vez que haber perdido", recordando la derrota en Madrid el pasado mes de mayo. "En Montecarlo fue lo que fue -6/0, 6/2 para Nadal- y en Madrid fue una cosa distinta", dijo el aspirante a su decimoséptimo grande, que no quiso comentar si llega en un buen momento a la final: "No lo sé, estoy en la final y eso siempre es un gran objetivo en este torneo. Lo importante es tener un plan claro y ponerlo en práctica", concluyó.