Rafel Nadal siempre es favorito en Roland Garros. Lo es desde que conquistara el título por primera vez en 2005, hace ya trece años. Desde entonces, solo tres veces ha fallado, en 2009 al encajar su primera derrota en París ante el sueco Robin Soderling; en 2015, cuando cayó en cuartos frente al serbio Novak Djokovic, y en 2016 cuando se vio obligado a retirarse en tercera ronda por una lesión de muñeca. El resto son todo triunfos. Y en 2018 ha de pasar algo muy raro para que el mallorquín, el mejor tenista de la historia sobre tierra batida -56 títulos en esta superfice le contemplan, con 408 victorias y 36 derrotas- no repita y conquista su undécima corona en el Bois de Bolougne. Y es que su trayectoria en tierra desde que reapareciera tras la lesión en el psoas ilíaco que le obligó a retirarse en los cuartos de final del Abierto de Australia ante el croata Marin Cilic ha sido prácticamente inmaculada, con el único lunar de su eliminación en Madrid. Triunfos en Montecarlo, Godó y Roma le convierten, si no lo era ya, en indisctuble favorito en París. Y más a cinco sets.

Su primer rival, probablemente mañana martes, será el italiano Simone Bolelli, de 32 años, que sustituye al lesionado Aleksandr Dolgopolov, rival que le había tocado en suerte en el sorteo. Nadal ha ganado las cinco veces que se ha enfrentado a Bolelli, la última en Madrid en 2015, por un doble 6/2. Ya se han visto las caras en Roland Garros. Fue en 2012 y Bolelli solo le pudo hacer cinco juegos.

El número uno, que debe ganar el torneo para conservarlo el próximo 11 de junio, llega pletórico de moral y de juego, pese a que en Roma pasó algún apuro ante un resucitado Djokovic en semifinales y, sobre todo, frente al alemán Alexander Zverev en la final. Antes de interrumpirse el tercer set por la lluvia con ventaja de 3-1 a favor del tenista de Hamburgo, Nadal parecía derrotado. Pero los 45 minutos que estuvo en el vestuario obraron el milagro. Entró a la pista otro Nadal, y lo que antes no entraba, lo convertía todo en puntos a su favor para ganar 6/3 y conquistar su octavo título en la ciudad eterna.

El sorteo ha beneficado al campeón de dieciséis grandes, que ha evitado hasta la final a los potenciales rivales más duros, como los mencionados Zverev y Djokovic, o el austriaco Dominic Thiem, el hombre que eliminó a Nadal en Madrid.

Tras Bolelli le esperan Sousa o Pella en segunda ronda; el francés Gasquet en tercera; el norteamericano Sock o el canadiense Shapovalov en octavos; el sudafricano Anderson o el argentino Schwartzmann en cuartos y el croata Cilic o el argentino Del Potro en semifinales.

A Nadal se le ve animado estos días en las instalaciones de Roland Garros, su segunda casa, dispuesto a engrandecer su leyenda con lo que sería su decimoséptimo título en un Grand Slam.

No será el único mallorquín en liza. Jaume Antoni Munar ha superado las tres rondas del clasificatorio y se ha metido en el cuadro final, donde hoy debuta ante el alicantino David Ferrer, de 36 años y 42 del mundo. Empresa complicada para el tenista de Santanyí, que se ha metido entre los 128 mejores de un grande por segunda vez en su carrera.