El Palma Futsal despidió anoche la temporada al caer en el segundo partido de la eliminatoria ante ElPozo Murcia por 3-2 en un duelo en el que, como en buena parte del curso, pagó caros sus errores. De nada sirvió el monumental esfuerzo en el tramo final para darle la vuelta a un marcador que llegó a estar 3-0. Quedar apeado ante los pimentoneros entra dentro de la lógica de este deporte, pero este adiós, a pesar de haber dado la cara, es agridulce porque las expectativas que se despertaron en septiembre con los fichajes y la llegada al banquillo de Antonio Vadillo no se han cumplido. Este Palma Futsal ya no se conforma, ni debe hacerlo, con competir, aunque sea con clubes que tienen cinco veces más presupuesto. Y eso es siempre una buena noticia. Hay que darle tiempo al proyecto, pero es evidente que hay que corregir detalles para no cometer los mismos fallos en la Liga.

A buen seguro que la primera parte no fue la que el entrenador jerezano tenía en su cabeza. Ni mucho menos. Estaba en el guion que los locales apretaran desde el principio, pero no que dispusieran de tantas oportunidades. De hecho, Nico Sarmiento, una vez más, hizo paradas para todos los gustos ante los Miguelín, Drasler y compañía. Jugar en el Palacio de los Deportes de Murcia es sinónimo de sufrir, es evidente, pero se veía venir que los de Duda alcanzarían su premio. Álex ya avisó con un remate tras un tiro de Xuxa que se estrelló en el larguero, pero seis minutos después, en el quince, este mismo jugador se aprovechó de una falta de intensidad defensiva para batir a Nico.

El Palma Futsal, que solo había dado señales de vida ofensiva en las botas de Nunes y Maico, dio un paso hacia adelante, pero no con la contundencia deseada. Dispuso más del balón, pero sin hacer daño de verdad. Hasta que llegó otro jarro de agua fría por culpa de un error infantil de Fávero. El brasileño cedió de forma incomprensible el balón a Miguelín, que se lo pasó a Álex para que marcara el 2-0. Solo quedaban seis segundos para el descanso y el golpe fue demasiado duro de encajar.

Otro gallo le hubiera cantado al Palma Futsal si en la primera mitad hubiera salido como en la segunda. Es cierto que había que apelar a la épica para darle la vuelta al marcador, pero demostraron garra y ambición. Con una mayor velocidad del balón y, sobre todo, mayor decisión, Claudino, Tomaz y Paradynski, en dos ocasiones, dispusieron de buenas oportunidades, pero Fabio también demostró que es un gran portero. Nunes, uno de los más entonados de los verde pistacho, dispuso de una gran oportunidad, pero su tiro seco fue atrapado por el meta. La frustración por no conseguir el tanto se elevó cuando Álex, otra vez, culminó una gran acción colectiva de los murcianos. Este 3-0 fue una montaña imposible de escalar, pero sorprendentemente los baleares se quedaron cerca de la cima. Vadillo apostó por jugar con portero-jugador, y eso transformó el encuentro. Después de fallar claras ocasiones, Joselito, primero con un fuerte tiro y después con el pecho, recortó distancias cuando todavían quedaban cuatro minutos para el final.

El Palma, cuando está enchufado, es capaz de hacer daño a cualquiera. Y la imagen de todo un ElPozo embotellado ante su afición debe servir para no maltratar la autoestima más de la cuenta. Por eso da más rabia que se despidan tan rápido de una serie en la que ha no ha sido tan inferior al equipo de Miguelín.