Ha sido un domingo con emociones a flor de piel, especialmente para los aficionados del Atlético Baleares que se enfrentaban antes de iniciarse la última jornada liguera en Segunda B, con la incertidumbre de saber si finalmente iban a lograr la permanencia ayer mismo, si iban a tener que esperar a una promoción para evitar el descenso o si, en caso de catástrofe, descendían a los infiernos de la Tercera División. Hubiera sido una catástrofe perder la categoría para una afición que ha demostrado una fidelidad a prueba de bomba y con la perspectiva de estrenar un Estadio Balear que afronta ahora una remodelación para que los blanquiazules dejen la provisional sede de Son Malferit.
Afortunadamente, los hombres de Mandiola se tomaron ayer el partido muy en serio y se encontraron rápidamente con un gol que les puso de cara la contienda. Ha sido una actitud de ir a por el partido que se ha echado muy de menos a lo largo de la presente temporada. El técnico vasco se ha ganado la estima de todos y su continuidad con un proyecto propio puede hacer que los blanquiazules no repitan las angustias de esta temporada.
Ya hay rivales para el Mallorca
En la otra parte de la tabla, la de los equipos que se jugarán el ascenso, todo ha quedado definido en esta última jornada, sin ningún cambio sobre lo esperado. Los tres equipos que ocupaban el liderato antes de la última jornada lo han podido mantener aunque no sin extremas dificultades y resolviendo los partidos por la mínima, caso del Mirandés, o logrando el último punto que les hacía falta, en el caso de Rayo Majadahonda y Cartagena. Una muestra de lo igualada que es esta categoría en la que el Mallorca tenía sus deberes hechos y pudo jugar con los reservas en el cierre liguero.
Esta tarde tendrá lugar el sorteo para dictaminar la eliminatoria de ascenso a la Liga 123. De los cuatro campeones, el que más puntuación ha obtenido ha sido el Mirandés, que finaliza la fase regular con 76 puntos, tres más que el Mallorca, cinco por encima del Cartagena y seis del Majadahonda. Es de suponer que Vicente Moreno tendrá sus preferencias pero cualquiera de ellos será un duro escollo para los mallorquinistas. Por veteranía en estas lides, el Mirandés se antoja como el rival más peligroso y además el equipo norteño es el que tiene más reciente su paso por la Segunda División. Los cántabros sufrieron, al igual que el Mallorca, el traumático descenso hace menos de un año. A todo ello se añade el infausto recuerdo que el Mirandés dejó en la isla cuando eliminó al Atlético Baleares en un play off de ascenso.
La polémica de los filiales y el ascenso
El sorteo de esta tarde viene acompañado por la polémica de la inclusión en el grupo de equipos que aspiran a ascender de dos filiales que posiblemente no podrían jugar en una categoría superior. Aparte de los cuatro equipos citados que han sido campeones de grupo, el play off ha visto como seis de los doce equipos que conforman las otras eliminatorias son conjuntos nodrizas de clubes de la categoría superior: Villarreal B, Real Sociedad B, Athletic B, Celta B, Sporting B y Deportivo B. El problema que se le puede presentar a la federación será de órdago si alguno de los equipos que supera la última eliminatoria es el filial del equipo asturiano o peor el de los de Riazor. El descenso del Depor a Segunda hace que en ningún caso su filial, también conocido como Fabril, pueda jugar en la liga 123. En el caso del Sporting B, la situación será la misma si el equipo mayor del Molinón no logra ascender a Primera División y sí lo hace su filial a Segunda. Algo que puede que incluso no se sepa hasta el último momento porque ahora mismo el Sporting está lejos de las dos primeras plazas y parece condenado a jugársela también en una promoción. Tensión hasta el último momento.
