La fiesta por la permanencia en la LEB Oro del Iberostar Palma no terminó el viernes en el abarrotado Palau d'Esports de Son Moix después de tumbar al Valladolid (74-62), sino este mediodía en el Monasterio de Lluc. El entrenador Félix Alonso, fiel a una promesa que le realizó al periodista Jordi Jiménez en su programa de la Cadena Cope, ha recorrido a pie el recorrido de dieciséis kilómetros que separa Inca del Santuario. "Lo prometido es deuda", ha empezado uno de sus vídeos que ha compartido en las redes sociales el preparador leonés.

La alegría por haber evitado el descenso le ha animado a calzarse las botas de montaña, pero no ha sido el único miembro del club en hacerlo. Ni mucho menos. El vicepresidente Sebastià Matas, el delegado Fernando Montana, el médico Pedro Vidal, acompañado de su esposa, el responsable de cantera Juan Carlos Boscana, Alberto Oliva y Cristina Boscana, entrenadores de las categorías inferiores y Celi Caballero, esposa del presidente Guillem Boscana, que se ha asegurado desde su vehículo que todo transcurriera sin problemas, le han acompañado.

Y eso que la meteorología ha sido muy mala. "Hemos pasado por un diluvio universal, vientos huracanados, pendientes del quince por ciento, con caminos con mucha piedra y barro", ha recordado en el tramo final del trayecto en otro de sus mensajes. "Voy a un ritmo demoledor", ha ironizado Alonso, que llegó al Iberostar Palma el 27 de diciembre después de la dimisión de Xavi Sastre, que se sentía incapaz de revertir la situación tras un inicio de temporada nefasto.

La campaña de los mallorquines ha sido para olvidar, aunque haya tenido un final feliz. El objetivo marcado era meterse en el play-off de ascenso, pero la mala dinámica llegó a hacer tambalear de verdad el proyecto en la segunda categoría del baloncesto nacional. Sin embargo, siete triunfos en las últimas diez jornadas, con un equipo más intenso en defensa, uno de los sellos de Alonso, han certificado la salvación. Ahora toca volver a empezar, con la experiencia de lo sufrido y bajo la batuta del ex del Nässjö sueco, New México Lobos estadounidense, Zamora, Los Barrios o Melilla, entre otros, que renovó por un año más.

Y como si fuera un símil con la temporada vivida, el técnico ha celebrado alcanzar la meta: "En dos horas y cincuenta minutos, superando todas las adversidades, hemos llegado". "La próxima promesa será que me rape el pelo al cero", ha bromeado Alonso, que hace años que ya no puede peinarse, para cerrar una jornada para el recuerdo.