"He sentido un alivio con el gol al marcar después de hacer un partidazo. Sabía que ellos no nos iban a empatar seguro", afirmó ayer muy feliz Manix Mandiola tras el agónico triunfo ante el Alcoyano. El entrenador del Atlético Baleares felicitó a sus pupilos. "Creo que es el mejor partido que le he visto al Baleares, conmigo y sin mí, de los que he visto esta temporada", dijo en la menuda sala de prensa de Son Malferit. El vasco lamentó la falta de puntería. "Todo se traduce en goles. Hemos dominado todo el partido, pese a la ansiedad que teníamos por momentos. Hemos apretado, robado, hemos creado más de media docena de situaciones de gol claras. Un balón al larguero, remates francos y ellos no han tenido ninguna. Cada dos minutos teníamos situación de peligro, embotellábamos al rival, se veía venir. Por eso he sacado a Vallori. El tema defensivo estaba controlado", argumentó. "El gol se logra porque hay gente poderosa arriba y el portero no ha estado tan atento", subrayó.

El preparador aplaudió la actitud de sus jugadores en un duelo tan importante como el de ayer. "Me quedo con la intensidad, la misma que en Llagostera, pero tuvimos más de un rival allí. Sabía que en casa íbamos a correr y los chavales se partirían la cara. Estoy encantado con el equipo y se lo he dicho", señaló. Acerca de las opciones de permanencia, el eibarrés fue claro. "Nos quedan dos partidos complicadísimos ante equipos que se juegan meterse en playoff de ascenso a Segunda. Nadie dijo que fuera fácil. Va a ser complicado hasta el final, sufrir y sufrir", finalizó.

Por su parte, Xisco Hernández, autor del tanto, explicó visiblemente satisfecho cómo fue el gol olímpico que dio los tres puntos: "Es un alivio porque llevábamos todo el partido con muchas ocasiones, hemos hecho un buen partido. Llevaba diferentes córners chutando fuerte y esperando la ayuda del viento".