El Iberostar Palma en un Palau de Son Moix lleno hasta la bandera y que fue decisivo para aupar a los suyos hacia una victoria decisiva por 74 a 62. "No podemos esperar que nadie haga el trabajo por nosotros". Esa era una de las premisas que había repetido Félix Alonso, técnico del Palma, en las últimas semanas, y así fue así.

Porque los resultados no acompañaron en toda la noche y los mallorquines tuvieron que hacer los deberes ante el conjunto castellano para sellar la permanencia en la LEB Oro.

La gran actuación de Rafa Huertas, más la constante aportación de Karamo Jawara y Zyle, fueron claves. A ellos se les sumó un Carles Bivià estelar en el último cuarto, que apareció cuando más se le necesitaba para dar el empujón definitivo al choque, asumiendo los galones que se le presuponen.

A pesar de todo lo que había en juego, las malas noticias que llegaban de las demás pistas y el devenir del partido, los hombres de Félix Alonso no se arrugaron y se mantuvieron serenos durante los cuarenta minutos de partido.

Al término del primer cuarto el Iberostar era equipo de LEB Plata. El Valladolid dominaba por 20-21 y las victorias de Clavijo y Huesca mandaban a los isleños al pozo. Además, en ese primer parcial, el Palma sufría un contratiempo importantísimo: Joan Tomàs se vio obligado a abandonar el partido tras sufrir un golpe en la cabeza y en los riñones.

Sin embargo, desde el segundo cuarto el Palma no se vería en ningún momento por detrás en el marcador. Los pucelanos pusieron las tablas en varias ocasiones, pero nunca lograron dar la vuelta a la situación. Huertas se erigía en líder de los verdinegros para mandar el partido al descanso con ventaja local (37-35).

Los nervios y la emoción siguieron haciendo acto de presencia durante la segunda mitad. Zyle daba un paso adelante para unirse a Huertas y Jawara en tareas ofensivas y dar entrada al último cuarto del partido con todo por decidir (54-49). Todavía faltaba lo mejor.

El Valladolid se aferraba al partido con un Sergio De la Fuente que sumaba cinco puntos consecutivos. Pero entonces hacía acto de presencia Bivià, inadvertido hasta el momento. El base de Alginet cogió el timón del equipo y del partido con tres triples que acabarían siendo decisivos. Sobre todo el último, que ponía los diez puntos de ventaja a un minuto para el final (72-62).

Son Moix fue una auténtica fiesta en los últimos segundos, en los que se sellaba la victoria y la salvación (74-62).

Con la permanencia en la LEB Oro el Iberostar salva una mala campaña que debe servir para aprender de los errores cometidos, desde la planificación de la temporada a la plantilla, para no repetirlos en el futuro.

Al final del duelo la plantilla del Iberostar Palma tuvo una dedicatoria especial y emotiva al recordar al fallecido capitán del Bahía San Agustín, José Ortiz, posando juntos con la camiseta del exjugador, que siempre está presente en el Palau de Son Moix en los partidos de los verdinegros.