Canario está convencido de que el Atlético Baleares alcanzará la permanencia si hace los deberes en Son Malferit, a pesar del importante tropiezo de la pasada jornada en su visita a Llagostera (1-0). "Visto los resultados el empate nos hubiera dado la salvación directa y es una jornada menos, pero estamos en una situación privilegiada en comparación a semanas atrás. Ganando los dos de casa nos salvamos, y más si puntuamos en Cornellà", señaló convencido el delantero. El ariete, que llegó en el mercado invernal procedente del Toledo, se niega a tirar la toalla, por mucho que el conjunto blanquiazul haya regresado a puestos de descenso directo. "Perder en Llagostera nos obliga un poco más, aunque ya estábamos obligados a ganar al Alcoyano. Si puntuamos las tres jornadas y ganando los de casa no tendremos problemas en salvar la categoría", reiteró sin titubear.

El palentino desconfía del rival de este domingo, el Alcoyano, que ya está fuera de la zona de fuego. "Está salvado pero es peligroso que no tengan presión y vengan a jugar tranquilos. La dinámica es buena y está claro que, de los partidos que quedaban, alguno podíamos perder", comentó. El jugador, de 28 años, regresará esta jornada tras ser baja por sanción en el campo del Llagostera, donde el conjunto mallorquín fue perjudicado al ser víctima de un error del colegiado. "Se pasa peor viéndolo por la tele y no poder ayudar a tus compañeros. Lo del árbitro provoca impotencia. Sabemos cómo es el Llagostera, no sorprendió y el penalti decantó la balanza. Se ve que Malik no sabe ni dónde está el balón cuando bota y le da en la mano, pero el partido ya ha acabado", lamentó.

Canario envió un mensaje cariñoso a la hinchada blanquiazul. "Desde que vine la afición me ha sorprendido, siempre animando y confiando en nosotros. Y en ello estamos, en devolverles esa confianza que nos demuestran", finalizó el jugador.