"Por supuesto que quiero ganar más títulos. Esto te da mucha motivación para seguir trabajando para superar nuevos retos". Alba Torrens (Binissalem, 1989) acaba de conquistar con el Ekaterimburgo su cuarta Euroliga y ya puede presumir de ser la primera jugadores europea en conseguirlo, pero quiere más. "Me lo han comentado y no había caído en eso, porque lo que me hace más feliz es haber conseguido este título, que es lo que queríamos y es una recompensa a nuestro esfuerzo, pero si coges perspectiva de todo, estoy muy contenta", resalta.

Atiende la llamada de DIARIO de MALLORCA justo después de haber llegado a su casa en la ciudad rusa procedente de Hungría, donde ha vivido un fin de semana mágico, adornado con el triunfo en la final ante el Sopron, conjunto anfitrión (72-53). "Nos han recibido en el aeropuerto los fans del equipo y ha sido un momento muy especial por traerles esta copa", explica satisfecha y sin tener voz de cansada, porque recuerda que la campaña no ha terminado. "El domingo lo celebramos en la cena, e incluso había jugadoras del otro equipo, pero no nos da mucho más tiempo porque el viernes empezamos el play-off de la liga rusa contra el Dynamo Kursk. Ya lo celebraremos todo a final de temporada", asegura prudente.

Torrens agradece los mensajes llegados procedentes de la isla, pero también de otros puntos del mundo. "Tenía amigos en Hungría, pero mi familia lo vio por televisión desde Mallorca. He recibido muchas felicitaciones y todas se agradecen muchísimo. Es un motivo más para seguir dando lo máximo", resalta orgullosa.

La de Binissalem, aunque ya ha levantado la máxima competición continental con el Perfumerías Avenida (2011), Galatasaray (2014) y con el propio Ekaterimburgo (2016), confiesa que no se acordó de esos títulos al concluir la final. "Cuando el árbitro pitó el final fue muy especial, no pensaba en lo que había conseguido antes, sino me centré en vivir ese momento y todo lo que ha costado lograrlo. Fue un momento muy feliz", desvela.

La mallorquina no se olvida de la exigencia que siempre tiene en el club ruso. "El objetivo siempre es ganar la Euroliga y la Liga y no siempre se ha conseguido porque eso es muy difícil", explica antes de argumentar qué es lo que le mantiene con hambre para seguir entre las mejores. "El baloncesto, soy una privilegiada por hacer lo que más me gusta y me dan ganas de seguir", señala justo después de tocar el cielo. Otra vez. Quizá esa es la clave de su éxito.