No fue el día para el Iberostar Palma que vio cómo el Unión Financiera Oviedo, muy inspirado en ataque, les pasaba por encima durante treinta minutos gracias a un excelente acierto en el lanzamiento exterior que hizo añicos a la defensa mallorquina y tenía que apelar a la épica histórica tratando de remontar una desventaja de hasta 26 puntos que casi fue una realidad (76-84).

Parecía el día indicado, dados los resultados de la jornada a la espera de que jueguen hoy Huesca y Barça B, para dar un mordisco importante de cara al objetivo de la permanencia, pero el Palma tan siquiera tuvo la oportunidad de brindar una victoria a su afición. Pero como ya viene siendo habitual, el Iberostar mostró una vez más su tremenda irregularidad, capaz de enlazar un partido de ensueño y una semana después un encuentro de auténtico terror. Ayer el choque fue una pesadilla desde el principio.

El conjunto carbayón empezó muy enchufado el encuentro y enseguida consiguió poner tierra de por medio. El parcial inicial de 7-20 dejaba a las claras la superioridad visitante en los primeros minutos y ponía el encuentro muy cuesta arriba a los hombres de Félix Alonso, que no conseguían acercarse en el marcador y las distancias se mantenían alrededor de los quince puntos. Un triple de Carlson y una canasta de Geks cerraban la primera parte con un marcador de 29-47.

Tras el descanso el Oviedo enseguida se puso por encima de los veinte puntos de ventaja gracias a un excelente porcentaje en el tiro de tres. Las pérdidas de balón condenaban a un Iberostar que cada vez veía la orilla más lejos. Los asturianos firmaban un parcial de 0-9 que obligaba a Alonso a pedir tiempo muerto porque los suyos quedaban heridos de muerte y sin atisbos de reacción (33-61).

El partido parecía hacerse acabado. Sin embargo, los mallorquines sacaron orgullo y pundonor y ofrecieron sus mejores minutos en todo el partido maquillando el resultado y llegando a creer en la remontada. A tres minutos del final la desventaja bajó de los diez puntos (68-75). El Iberostar lo intentó hasta el final pero la desventaja de 26 puntos fue demasiado para un equipo que fue de menos a más y que acabó muriendo en la orilla (76-84).