El Atlético Baleares se juega mucho más que tres puntos en el Nuevo Morvedre. Está obligado a ganar, no queda otra, pero es que el triunfo metería de lleno en la pelea a su rival de hoy, un Atlético Saguntino en plena crisis de resultados. El triunfo de los mallorquines ante el Hércules de la pasada jornada debe servir de impulso a un grupo que se niega a arrojar la toalla y que todavía cree en la salvación, ahora a seis puntos. Eso sí, en el vestuario de Son Malferit también firman conseguir la permanencia en la promoción, que ahora está a cuatro puntos.

Lo que es seguro es que mantener la categoría se ha puesto carísimo ya que, ahora mismo, están inmersos hasta diez equipos. Hay todavía en juego tres plazas de descenso -el Deportivo Aragón ya no cuenta- y la de la promoción, aunque para los blanquiazules todo pasa por vencer a los valencianos. Manix Mandiola recupera a Fullana para el centro del campo, sancionado la pasada semana, por lo que está por ver si mantiene a Villapalos y Rovirola o sienta a uno de ellos para dejar sitio al capitán. Nacho Heras y Julio Delgado también entraron en una lista en la que no están el sancionado José Ruiz ni el tocado Biel Guasp. Xisco Hernández, que después de su grave lesión ha regresado para ser un líder dentro del campo, apunta a titular por segunda semana seguida. Además, Gustavo Allés también tiene opciones de estar entre los elegidos tras ser el autor del tanto que dio la victoria. Los baleares juegan en un campo de césped artificial, de menudas dimensiones, parecido al de Son Malferit, frente a un adversario que lleva siete jornadas sin vencer y que está en caída libre. De hecho, el técnico David Gutiérrez presentó su dimisión y recoge el testigo el técnico del filial, David García, quien se hará cargo del equipo hasta el final de temporada junto a David Fas, que es jugador de la plantilla.

Y quizá ahí puede radicar una de las dificultades para los mallorquines ya que los jugadores del Atlético Saguntino pueden apoyarse en el cambio de aires en el banquillo para elevar su rendimiento. No obstante, no hay excusa posible para el Atlético Baleares, que debe seguir agarrándose a la vida para alejarse del fuego de la Tercera División.