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Entrevista

«El ajedrez es el mejor videojuego que existe y el único deporte que se puede practicar por internet»

El conferenciante y periodista irunés participa en unas jornadas sobre el uso de esta disciplina "como herramienta de innovación educativa" en la UIB

«El ajedrez es el mejor videojuego que existe y el único deporte que se puede practicar por internet»

Trabajo en la sección de Deportes de Diario de Mallorca, ¿me equivoco con el entrevistado?

No, si asumimos la enorme importancia social y educativa que puede tener el deporte. Si al decir deporte estamos pensando en la neurosis del fútbol, entonces te has equivocado, pero si hablamos de un concepto amplio del deporte como actividad necesaria para el ser humano y que además tiene aplicaciones educativas, sociales y terapéuticas, entonces no te has equivocado en absoluto.

Aceptamos barco como animal de compañía.

Te lo resumo fácilmente. Hacia el año 2001 Juan Antonio Samaranch me llama porque la Federación Internacional de Ajedrez le ha solicitado ser miembro del Comité Olímpico Internacional, del que por aquel entonces era presidente. Él mismo me confirma que ha estado buscando sin encontrarlo algún documento donde el COI defina qué es el deporte. Ya solo fue cuestión de unir hilos. El ajedrez es el deporte mental por excelencia, por tanto, si aceptamos esta disciplina estamos ligando la imagen del COI a la inteligencia y completando el famoso lema: ‘Mente sana en cuerpo sano’. El ajedrez tiene sus propias Olimpiadas y en la Federación Internacional cuentan con 180 países, solo el fútbol y el atletismo cuentan con más.

Usted aterriza en Mallorca para reivindicar un ajedrez en las escuelas al mismo nivel que las matemáticas.

No es algo tan extremo. No se trata de sustituir una cosa por la otra, si no de implementarlas. De lo que venimos a hablar aquí es de utilizar el ajedrez como una herramienta educativa, algo a lo que no es capaz de llegar ningún otro deporte.

Por eso en 2015 la Comisión de Educación del Parlamento impulsa por unanimidad el ajedrez como asignatura. Unanimidad política, se dice pronto.

El 11 de febrero de 2015 lo que ocurre es un milagro, el hecho de que todos los partidos políticos se pongan de acuerdo en algo es más que un milagro. Ese día acuerdan promover el ajedrez como herramienta innovadora educativa, a instancias de una proposición no de ley del Partido Socialista, cuyo promotor era el diputado balear Pablo Martí Peré. ¿Cómo se consigue? Tres años antes el Parlamento Europeo ya había tomado una decisión similar, además los argumentos que tenemos son prácticamente irrefutables: Los niños que juegan al ajedrez desarrollan más la inteligencia que los que no lo hacen y, además, mejoran sus resultados académicos, sobre todo en el área de matemáticas y comprensión lectora.

Estamos metidos de lleno en 2018, las cosas de palacio van despacio.

Se ha conseguido mucho. Cataluña es ya la primera referencia mundial en cuanto a la utilización del ajedrez como herramienta transversal e interdisciplinaria en horario lectivo, son ya más de 300 centros implicados. Las competencias de educación en España están transferidas a las CCAA, así que la decisión del Congreso es un compromiso político, pero no es vinculante. Galicia desde 2015 y Andalucía, Canarias, Aragón y Navarra, desde el año pasado, ya han tomado decisiones similares y creo poder decir, sin ser demasiado optimista, que Balears podría ser la séptima. Sé que hay una iniciativa parlamentaria que ya está en proceso.

El argumento de que la insularidad siempre es un obstáculo aquí no sirve.

Para eso estamos aquí Lorena y yo, es un primer disparo con la esperanza de que esto provoque un efecto multiplicador. Asistirán a estos talleres, profesionales de 25 centros diferentes, lo difícil no es convencer a esos 25 docentes de que el ajedrez puede ser una herramienta muy útil para ellos, cuando ya están sentados escuchándonos, lo difícil es que vengan a escucharnos. Hay tabúes que rodean a esta disciplina, que si es muy aburrido, que si es solo para personas inteligentes, yo suelo acabar mis conferencias con un proverbio hindú: ‘El ajedrez es un inmenso mar donde un mosquito puede beber y un elefante puede bañarse’. Para utilizar el ajedrez como herramienta educativa, basta con ser un poco más que un mosquito. Nosotros venimos aquí a quitarle el miedo a esos mosquitos, se lo ponemos fácil.

¿Sería más útil implementar el ajedrez en la Facultad de Medicina que el catalán?

Sé por donde vas, pero precisamente en la medicina, las aplicaciones terapéuticas del ajedrez son inmensas. Está probado por estudios científicos la mejora que provoca en niños con TDAH (transtornos por déficit de atención), con autismo, enfermos mentales, superdotados y muy especialmente en gente con Alzheimer. Un estudio demostró que el ajedrez es una de las disciplinas que provoca un mayor aumento de la reserva cognitiva. Eso no quita que en la Facultad de Medicina podamos dar el ajedrez en catalán, y matamos dos pájaros de un tiro. Si a alguien de habla hispana le dan dos años para defenderse en una lengua muy conectada con la tuya y tiene una inmersión cotidiana con la misma, creo que cualquier persona está capacitada para llegar a hablarla.

Se refieren al ajedrez como una herramienta innovadora. ¿Algo con tantos años de historia puede ser innovador?

Perfectamente. A pesar de tener 1.500 años de historia, el ajedrez encaja perfectamente con el siglo XXI porque es el único deporte que se puede practicar por internet, por no hablar de la capacidad que te da para aprender a pensar. Solo una jugada en una partida provoca que cambiemos por completo el análisis y evaluación que teníamos planteados. El ajedrez te obliga a tomar decisiones flexibles con rapidez, algo parecido a lo que nos obliga hoy en día la sociedad en la que vivimos.

¿Cómo se le convence a un niño de que un tablero en blanco y negro es más interesante que el Candy Crush?

Yo suelo decir que el ajedrez es el mejor videojuego que existe. Cuando tú has jugado mil veces a un videojuego, lo normal es que cambies a otro; si tú has jugado mil partidas al ajedrez, es que te ha enganchado y vas a querer jugar diez mil más. Un tablero de ajedrez es un mundo, es un reto infinito. Por mucho que aprendas y progreses, eres consciente de que siempre puedes jugar mejor. El número de partidas distintas que se puede jugar en un tablero de ajedrez es mayor que el número de átomos que hay en el universo entero. El número de átomos es un uno seguido de ochenta ceros y el número de partidas es de un uno seguido de 123 ceros.

Echando un ojo a la historia más reciente, da la sensación de que el ajedrez vive de modas.

E incluso ha estado prohibido y ha sobrevivido. Antiguamente se jugaba con dados y se apostaba, algo que no está permitido por el Corán. Pero sin ir tan lejos, en el año 72, en plena Guerra Fría, la tensión entre la Unión Soviética y Estados Unidos era horrible y precisamente un soviético, Boris Spassky, se enfrentó a un estadounidenses autodidacta, Bobby Fischer, por el título mundial, eso fue primera página en los periódicos de todo el mundo durante tres meses. También recuerdo el Mundial de Sevilla de 1987, donde TVE logra congregar a 13 millones de espectadores durante la final.

Por buscar connotaciones, que siempre empiecen las blancas, ¿es discriminación?

Eso tiene más que ver con el Yin y el Yang, los aspectos contrapuestos. El ajedrez tiene todo lo bueno de la estrategia militar como ciencia, sin el horror espantoso que provocan las guerras.

¿Y que una reina no pueda vivir sin su rey?

La figura de la dama es una de las más interesantes. Antiguamente no existía ninguna pieza femenina. El lugar que ocupa hoy en día la dama lo ocupaba el alferza, con unos movimientos mucho más limitados que los que tiene la reina a día de hoy. La revolución de los españoles a finales del siglo XV en el ajedrez no es solo que incorporen una figura femenina, sino que la convierten, además, en la pieza más potente del tablero. Pero por sus orígenes, allá por el siglo IV o V en Asia, la figura del rey era la más lógica para que fuera el centro del tablero.

En lo deportivo, durante muchos años ha trabajado narrando partidas de ajedrez o haciendo crónicas de las mismas, eso debe ser más complicado que comerle la dama a Kasparov.

Yo he cubierto los 28 deportes olímpicos, mi segunda especialidad era el balonmano, y por mucho que supiera de esa disciplina, jamás tendrá tanta historia ni tanto bagaje como el que puede tener el ajedrez. No solo se trata de narrar una jugada porque parezca interesante, es cuestión de estudiar a los jugadores, su historia, saber cómo reaccionan, conocer su plano psicológico. Nunca me he quedado en blanco narrando una partida porque el ajedrez tiene muchas historias.

Póngase en situación: Peón f3, Peón e5, Peón g4.

Dama h4, mate. Jaque mate.

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