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El rincón de pensar

El VAR cambiará el fútbol

El Mundial de Rusia y la Liga Santander van a ser los dos próximos escenarios en los que se va a implantar el VAR, un sistema de videoarbitraje que dará que hablar

El famoso VAR, el arbitraje telemático de las jugadas polémicas, que está a punto de hacerse una realidad en la Liga española, va a cambiar el fútbol, pero no se sabe si será para bien. Y no lo es, porque este sistema, aparentemente perfecto, como puede ser el ojo de halcón en el tenis donde detecta pelotas que entran o salen de la pista por un milimetro, va a estar mediatizado en alguna de las jugadas sobre las que va a dictar una decisión inapelable. Nadie duda de su eficacia cuando se trata de determinar si una pelota ha traspasado o no la línea de portería, para acabar así con los goles fantasmas. Otra cosa será cuando sea utilizado para determinar o no la validez de esos goles por una acción punible en el área, o para determinar o no la existencia de un penalti, otro de los momentos en los que se recurrirá a sus visionados. La decisión final quedará en manos del colegiado que maneje el VAR, que advertirá al colegiado de turno. Todos sabemos que hay jugadas que vistas 20 veces siguen generando dudas y que la verdad absoluta es según del color con que se mira. Y no estamos hablando de algo ficticio. En Alemania se ha tenido que cambiar al colegiado que lo controlaba, porque había un equipo al que se sospechaba favorecía. Tema aparte es el problema de la ralentización del espectáculo. No son extraños los partidos en los que el uso de la herramienta provoca interrupciones larguísimas que rompen el ritmo del partido. Bienvenido el VAR si acaba con las injusticias, pero me temo que no va a ser con todas las que hay en el fútbol.

Aviso para navegantes

El Mallorca naufragó ayer ante el Ebro. Es algo que entra en la lógica del fútbol. Cualquiera puede tener un día malo, pero el equipo de Vicente Moreno ya encadena dos. Dos derrotas consecutivas, la de ayer la primera en Son Moix, que han de servir para que la plantilla rojilla sea consciente de que lo que espera de aquí a final de temporada no es un paseo triunfal. El próximo rival es el Villarreal B, que ayer solo pudo recortar un punto, pero que ha sido el mejor equipo que se ha enfrentado a los mallorquinistas en esta Liga. Una nueva derrota podría hacer que se empezaran a generar dudas, en un momento de la temporada en que estas ya no deben de existir.

Camino de tercera

En el otro lado de la ciudad, el Atlético Baleares sigue sin sumar y ya parece definitivamente instalado en el pozo que lleva a la Tercera División. Decíamos la semana pasada que la dinámica lo es todo en el fútbol, y la de este equipo es la de un conjunto perdedor que salta al campo atenazado y que no es capaz de resolver las pocas oportunidades de las que goza. De los tres equipos isleños que corren el riesgo de perder la categoría, los blanquiazules son los únicos que no apuntan hacia arriba. La del próximo domingo puede ser la última oportunidad para eludir el descenso, algo que ya empieza a rozar la calificación de milagro, especialmente si después de perder por 3-0 el máximo responsable técnico del equipo asegure que podían haber empatado el partido.

Otro campeón de voleibol

Los méritos de la semana se los lleva el modesto equipo masculino de voleibol de Manacor, el Podes i Tales, que se proclamó campeón de la fase regular de la Superliga Masculina tras una contundente victoria sobre el VP Madrid. Ello supone la clasificación automática para la fase de ascenso a la máxima categoría nacional en la que milita el Urbia Palma, hasta el sábado dominador también de la competición. Es una muestra más de lo bien que se están haciendo las cosas en el voleibol mallorquín, tanto masculino como femenino, y de que este deporte merece el esfuerzo que están haciendo los patrocinadores que apuestan por él.

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